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Boulevard | El milagro de San Gotleu, curar la pandemia en ocho días

Me llama Ginés Quiñonero, concejal socialista antes que alma ciudadana y Pepito Grillo de Son Gotleu:

—Hola, tengo el remedio contra el coronavirus.

—¿Y cuál es, si puede saberse?

—Romero y tomillo, se lo transmití a Francina Armengol pero no recibí respuesta.

Por cosas así pueden cerrarte un barrio, pero Quiñonero habrá dispensado toneladas de esas hierbas para que las autoridades hayan obrado el milagro de San Gotleu, la curación de la peste en menos de diez días. El sábado doce de septiembre fue la primera jornada de confinamiento de la zona comprendida por el centro de salud, una medida drástica que debía justificarse por la furia devastadora del coronavirus.

Seis días después, el Govern anunciaba alborozado el 18 de septiembre que “bajan los nuevos casos y la tasa de positivos”. Si había un descenso, debió iniciarse antes de confinar. La única alternativa es el milagro de San Gotleu. El abracadabra se redondearía el martes 22, cuando la consellera Patricia Gómez sentenció en el Parlament que los contagios se habían reducido a la mitad.

Tabla de ingresos por covid en San Llàtzer, con la flecha central señalando el día en que comenzó el confinamiento de San Gotleu.

Los datos de la consellera correspondían como mínimo al 21, que reflejaba la situación del 20. Acabar con la pandemia en ocho días es un programa de erradicación del coronavirus que comprarían todos los países del mundo. La única conclusión que concuerda con la versión oficial reza que, o bien no había motivos para confinar Son Gotleu, o no los hay ahora para desconfinarlo. Ya que no me piden la opinión, apuesten por una combinación de ambos errores.

Aquí no ensartamos opiniones al buen tuntún, aportamos los datos. En la gráfica que hoy nos ilustra, se recoge la tabla de ingresos en el hospital de San Llàtzer, así canonizado porque estaría ligado al milagro del covid de San Gotleu, durante las dos oleadas de la pandemia. Se ha simplificado el trayecto en una curva muy decorativa, cuyo vértice coincide también milagrosamente con el comienzo del confinamiento de la barriada. Ahora bien, se observa que la cifra media de casos en los diez días anteriores al encierro es inferior a los diez días posteriores, apuntando a que se confinó cuando la incidencia se reducía por su propia cuenta.

Ahora recogen velas, pero el daño a Son Gotleu ya está hecho. Las autoridades han sancionado a una Palma insana, indeseable, de la que se avergüenzan porque entorpece sus proyectos urbanísticos para millonarios. Lejos de nosotros la tentación de reclamar coherencia factual a la consellera, pero Gómez zanjó el martes ante el Parlament que el cierre de Son Gotleu “seguía criterios estrictamente epidemiológicos”, para destacar a continuación que “no se había tenido solo en cuenta la incidencia”, sino también factores sociales. Si usted no lo entiende, entonces lo ha entendido.

En pro de la correlación estadística, deberá anotarse que los prostíbulos que las autoridades han dejado abiertos en Mallorca contribuyen a doblegar las curvas de contagios

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El periodismo consiste en tomarse en serio cosas de las que se reiría una persona normal. Por ejemplo, en tragarse la pretenciosidad del Govern al proclamar que cerraba la prostitución con motivo de la covid. Pueden rebuscar las facturas en Turismo de los festejos en el Mustang Ranch pagados por la conselleria hace décadas por gentileza del artífice del Rasputín, cuando los interventores también visaban desayunos con champán.

Mi prostíbulo sigue abierto, era de esperar. No lo clausuraron cuando lo denuncié en estas páginas, el periodismo es una cura de humildad. Mi prostíbulo tiene una fachada de muchos metros en la arteria más concurrida de la ciudad, con una iluminación espectacular también de madrugada. Si la autoridad hubiera cerrado los burdeles, aseguraría que esta medida ha mejorado las cifras de contagios. Por tanto, y en pro de la correlación estadística, deberá anotarse que los lupanares que los políticos han dejado abiertos en Mallorca contribuyen a doblar las curvas de contagios.

Més y Podemos creen haber salvado los muebles, al no gestionar conselleries de peso implicadas en la pandemia. En realidad, solo se confirma la esterilidad de su papel en el Pacto, que les pasará mayor factura electoral que al PSOE.

Reflexión dominical virológica: “Los epidemiólogos tienen el mismo efecto sobre la pandemia que los economistas sobre la economía, y que los meteorólogos sobre el clima”.

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