Dos de los migrantes llegados en el aluvión de pateras registrado el pasado martes fueron detenidos por atentado a agentes de la autoridad, por agredir a los policías y guardias civiles que les custodiaban en el recinto de la Estación Marítima donde permanecían mientras eran identificados. Algunos de los agentes que estuvieron presentes esa mañana relatan las escenas de tensión que se vivieron, con migrantes que se quitaban la mascarilla, no respetaban la distancia de seguridad y se enfrentaban a los funcionarios, a los que superaban ampliamente en número. Varios extranjeros más tuvieron que ser reducidos y esposados tras protagonizar incidentes violentos.

Los incidentes se registraron durante la mañana del martes en la Estación Marítima de Palma, donde fueron trasladados los 181 migrantes argelinos que habían sido localizados durante la noche tras llegar a Mallorca en un aluvión de pateras. El Ejército instaló tiendas de campaña para acoger a estas personas, que eran identificadas por policías y guardias civiles como paso previo a la apertura de un expediente de expulsión por entrada irregular en el país.

Algunos testigos explicaron que a lo largo de la mañana del martes, mientras estas personas eran identificadas, se vivieron escenas de enorme tensión. Los cerca de doscientos migrantes superaban ampliamente a la treintena de agentes de la Policía y la Guardia Civil, de los cuales la mitad estaban dedicados a la filiación y toma de declaración de los extranjeros.

Durante la mañana se sucedieron varios incidentes muy tensos, con extranjeros que se quitaban la mascarilla protectora o se negaban a guardar la distancia de seguridad. Varias de estas personas proferían gritos en árabe a sus compatriotas y se encaraban a los agentes cuando les pedían que se tranquilizasen.

Al menos cuatro de los extranjeros, los más exaltados, tuvieron que ser reducidos y esposados por los policías, que les apartaron del grupo para evitar que soliviantasen al resto. Y dos de ellos se llegaron a enfrentar a golpes a los funcionarios, por lo que acabaron detenidos por atentado contra los agentes de la autoridad.

Testigos de los incidentes relataron que hubo momentos de enorme tensión, ya que los agentes se vieron sobrepasados, ya que los aproximadamente 180 migrantes superaban ampliamente en número a la treintena de policías y guardias civiles.

Por otro lado, ayer se detectó un nuevo caso de un inmigrante positivo en coronavirus, lo que eleva la cifra global a siete. Los que no están confinados partirán a la península en breve.