El abogado de Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives, lamentó ayer que su cliente no acceda al tercer grado, porque cree que no se hubiera generado alarma social, mientras que “denegárselo cuando (Diego) Torres y (Jaume) Matas sí lo tienen sí genera alarma social por ser un agravio comparativo injustificado” respecto a los otros dos condenados.

“Conceder siquiera un fin de semana libre seguiría siendo un agravio comparativo, pero al menos un acto de benevolencia, de magnanimidad del tribunal”, declaró al día siguiente de que la Audiencia de Palma no le concediera el tercer grado por el caso Nóos.

El abogado también afirmó que “las injusticias, las diferencias injustificadas de trato a los iguales, pueden y deben ser reparadas por los tribunales”.

Según él, “el tribunal acepta los argumentos restrictivos del fiscal y no atiende los de un magistrado, de igual clase o condición como es el magistrado de Vigilancia de Valladolid. Quien defiende la progresión de grado de Iñaki Urdangarin no sólo es su abogado; es un magistrado”.

Mario Pascual Vives añadió también que “no se entiende por qué la Fiscalía, siendo un Cuerpo Orgánico, en Barcelona no recurre y en Valladolid, sí”.

Estas manifestaciones las realizó el abogado como respuesta a los dos autos dictados por la Audiencia de Palma, que consideró que el preso Iñaki Urdangarin aún no se había hecho merecedor de los beneficios penitenciarios que le concedió el juez de vigilancia penitenciaria.

Los jueces sostenían, en contra también del criterio de la Junta de Tratamiento de la prisión de Bieva, donde Urdangarin cumple condena, que la situación de aislamiento que sufre le hubiera ocasionado algún tipo de efecto psicológico negativo.