El Ejército instaló ayer dos carpas en la Estación Marítima de Palma para atender a una parte de los migrantes llegados en patera a Mallorca. El objetivo es impedir que se junten unos grupos con otros y evitar así posibles contagios por cororavirus.

La iniciativa ha partido del Ministerio del Interior tras la la petición de la Delegación del Gobierno en Baleares, que ha pedido ayuda para hacer frente a la llegada de 13 pateras con 204 inmigrantes llegadas ayer a las islas, un récord histórico, 11 de ellas a Mallorca con un total de 181 migrantes.

Ante el llamamiento, la Comandancia General de Balears activó durante la tarde de ayer su módulo de apoyo a las autoridades civiles, tras la petición de la Delegación del Gobierno en Balears para el montaje de tiendas modulares en el Puerto de Palma con la finalidad de acoger a los inmigrantes que en el día de ayer llegaron en pateras a las islas. 

Así, el canal de Balears se ha convertido en un trayecto clave para las organizaciones que facilitan la llegada de migrantes a Europa. Las islas contabilizaron ayer cifras récord, porque hasta ahora jamás se habían interceptado tantas pateras en un solo día, ni tampoco tantos migrantes a bordo de estas pequeñas embarcaciones. La jornada se cerró con trece pateras interceptadas y 204 extranjeros (todos ellos varones) capturados. Estas cifras justifican que las autoridades se planteen si las mafias están explotando el canal de Balears para acercar a los migrantes a Europa. 

La primera remesa de migrantes fue interceptada por una embarcación a realizando una ruta de control de contrabando por aguas de Balears. Cuando el barco militar se encontraba a unas 60 millas de la costa de ses Salines, en Mallorca, se interceptaron de golpe cuatro embarcaciones, que navegaban muy cerca una de otra. A bordo iban un total de 55 personas. 

Al encontrarse en aguas españolas, los militares franceses avisaron a las autoridades marítimas de Balears. Esta llamada motivó la movilización de dos embarcaciones de Salvamento Marítimo, la “Salvamar Acrux”, que tiene su base en Calvià, y la “Marta Mata”, que se encuentra en Eivissa. Ambas embarcaciones salieron al encuentro del buque francés y se hicieron cargo de los 55 migrantes.

Poco tiempo después también fueron los franceses, en esta ocasión una fragata, la que localizó por los mismos alrededores otras tres embarcaciones que trasladaban a otro grupo de migrantes. En total, se interceptaron a 40 personas que pretendían salir de su país para iniciar una nueva vida.

Al encontrarse las dos embarcaciones de salvamento por los alrededores, también se hicieron cargo de este segundo grupo, que fue trasladado al puerto de Palma. Allí se hicieron cargo de estas personas los servicios sanitarios, que comprobaron el estado de todos ellos, a los que se realizaron las pruebas para determinar si estaban contagiados de coronavirus. 

Más detenciones

Sobre medianoche, esta vez cerca de Formentera, se localizó otra embarcación. Se trataba de una patera, con nueve personas a bordo, que había llegado a la costa, en concreto en la playa de es Migjorn. Los argelinos no pudieron llegar muy lejos, ya que inmediatamente se les detuvo y quedaron bajo custodia policial. Unas diez horas más tarde, también cerca de Formentera, se localizó otra embarcación. A bordo iban 14 personas, que también fueron rescatadas y trasladas al puerto de Eivissa.

La embarcación que logró llegar hasta la costa de Cala Llombars.

En la costa de Santanyí también pudo llegar a tierra otra embarcación, que había zarpado de Argelia, con cinco personas, que desembarcaron en Cala Llombards. Los ocupantes no lograron ir muy lejos, al ser interceptados por la Guardia Civil. La misma suerte corrieron otros nueve individuos de origen argelino, que también llegaron a la costa de Mallorca, en las playas de la Colònia de Sant Jordi. Se cree que viajaban en la misma barca que después se trasladó a Santanyí.

Las últimas tres pateras que se interceptaron a lo largo de la mañana se localizaron en la Colònia de Sant Jordi, en Llucmajor, y la última a unas 60 millas del archipiélago de Cabrera. Esta última embarcación, que llevaba a nueve personas a bordo, fue localizada por el helicóptero de la Guardia Civil. Al punto de localización se trasladó una embarcación de Salvamento Marítimo, que se hizo cargo de los extranjeros y los trasladó al puerto de Palma, donde llegaron ayer tarde. Y finalmente, la jornada concluyó con siete detenciones más en la zona del Llevant.

Todos los migrantes interceptados en esta jornada récord de llegada de pateras serán sometidos a pruebas médicas, para comprobar si alguno está contagiado con la covid, y posteriormente serán trasladados a la Península, una vez que se tramite el expediente de expulsión. Quedaran a cargo de ONG. 

Por otra parte, los diputados por Mallorca del PP en el Congreso presentaron ayer una serie de preguntas sobre la inmigración ilegal en Balears, como si el Gobierno de “sigue considerando que no existe una nueva ruta para los flujos migratorios irregulares” en la comunidad balear. Los diputados quieren conocer qué medios utiliza el Gobierno frente a este fenómeno.