No tiran la toalla. Las familias de los niños con necesidades especiales que se han encontrado este inicio de curso sin sus apoyos por las medidas frente al coronavirus se han presentado hoy en la Conselleria de Educación para reclamar una “solución rápida”. Hasta 140 familias han apoyado de momento la petición. 

Según han informado estas familias, pese al llamamiento hecho a través de los centros educativos y de los medios de comunicación, todavía no tienen respuesta por parte de la Conselleria. A la espera, decenas de estos menores con discapacidad no han podido todavía empezar el curso. 

“Lo que pedimos es una solución rápida”, ha reclamado la portavoz de la plataforma Farseb, que agrupa a estas familias de menores que abarcan desde niños con trastornos del espectro autista hasta niños parálisis cerebral. “Nuestros hijos no pueden estar en una clase con otros 14 niños sin ningún apoyo, es dejarlo abandonado”, explican.

Una situación a la que se ha llegado después de que la falta de recursos para hacer frente a las nuevas medidas por el virus en las aulas haya obligado a los centros educativos a destinar a los profesores de apoyo al frente de nuevas clases para bajar las ratios, abocando a algunas familias a no llevar a sus hijos o sacarlos de sus actuales colegios y llevarlos a centros de educación especial (como los de Aspace, Mater o Asnimo).

En la carta entregada a Educación y que ha sido apoyada por la Federación de Asociaciones de Padres (FAPA), las familias recuerdan que las actuales leyes recogen la “necesidad de incluir a los niños con necesidades educativas especiales en los centros de educación ordinarios” y que es “obligación de la administración poner los medios, apoyos y atenciones específicas, personalizadas y efectivas para estos alumnos con necesidades educativas especiales”. 

FAPA: “Si hay que recortar no puede ser a costa de estas familias”

De este modo, expresan su “rechazo a que sigan permaneciendo en el colegio sin los apoyos necesarios para avanzar y socializar con el resto de sus compañeros”, e instan a la Conselleria a “que garantice el ejercicio efectivo del derecho de nuestros hijos a la educación inclusiva en condiciones de igualdad, para lo cual es necesario que pueda acudir a su centro ordinario y reciba como es su derecho los apoyos, adaptaciones y ajustes razonables que necesita”. 

“Si hay que recortar de algún lado en Educación, desde luego no puede ser a costa de estas familias que son quienes más lo necesitan”, ha defendido Miquel Ángel Guerrero de FAPA, que ha defendido “priorizar” los recursos. “Como padre puedo preferir que no se haga Educación Física a que estas familias se queden sin los apoyos para sus hijos”, ha subrayado.

Las familias también reclaman que se “planifique cual será la respuesta ante un posible confinamiento hacia estos menores, que por sus circunstancias personales, no será posible dicha atención a distancia”, señalan. 

La semana pasada jefe del servicio de Inspección educativa de Baleares, Antoni Arbós, admitió que este curso ha habido problemas con los recursos de atención a la diversidad y aseguró que desde esta semana los inspectores comenzarán a revisar la situación “centro a centro”. “Lo hemos de resolver”, se comprometió.