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Las residencias ya acumulan 32 fallecimientos en la segunda oleada

En el centro Seniors de Sant Joan ya se han registrado 13 muertes y tiene a 34 residentes con el contagio activo, 15 de ellos hospitalizados por su gravedad

Residencia de ancianos de Sant Joan

La situación en las residencias de ancianos se complica día a día demostrando que las medidas tomadas para evitar que el coronavirus vuelva a entrar en estos establecimientos no han sido todo lo eficaces que deberían. Los treinta y dos fallecimientos registrados en ese ámbito en esta segunda oleada así lo atestiguan.

El Servei de Salut confirmó ayer que en esta segunda ola de la pandemia ya han fallecido las citadas 32 personas, pese a que en las cifras oficiales facilitadas a Madrid (los 276 óbitos acumulados de los que se informó ayer) no incluían aún los últimos tres fallecimientos en geriátricos.

Comunicados o no, la realidad es que en esta segunda fase pandémica han fallecido hasta el momento 55 baleares de los que 32 pertenecían al ámbito de las residencias de mayores (el 58,1%), que hasta ahora registran casi 6 de cada 10 nuevas muertes producidas tras el fin del confinamiento y sus fases de desescalada.

Las cifras oficiales también hablaban ayer de 248 usuarios residenciales con el virus activo de los que 94 tuvieron que ser hospitalizados por sus enfermedades de base o por registrar síntomas preocupantes. Otros 112 profesionales positivos que les atienden se encontrarían pasando la cuarentena en sus domicilios sin mayores problemas, según los recuentos de Salud.

Trece muertos y 15 ingresados

El dudoso honor de ser el centro con más fallecimientos se lo lleva la residencia Seniors de Sant Joan, donde no solo ya han fallecido 13 usuarios sino que tiene a otros 34 ancianos con el virus activo y quince de ellos hospitalizados porque su estado revestía gravedad. 

A tenor de estas cifras, las medidas de seguridad adoptadas en esa residencia se han demostrado ineficaces ya que en este brote registrado en los últimos días de agosto se han visto afectados en mayor o menor medida 81 de sus 100 residentes.

De la gloria al infierno

No obstante, un trabajador de ese centro se puso ayer en contacto con este diario para reivindicar que los empleados siempre se han mostrado escrupulosos a la hora de hacer cumplir los protocolos anticovid, lo que indicó que ha motivado las protestas de los familiares por impedirles besarles y abrazarles y organizar las visitas en espacios abiertos, y que, al menos a ellos, sí se les han hecho PCR a la vuelta de sus vacaciones o permisos. “El problema han sido los portadores asintomáticos, que lo han desbaratado todo. Hemos pasado de la gloria de no tener ningún contagiado al infierno actual”, admitió.

Volviendo al repaso de la situación en estos geriátricos, tras la residencia de Sant Joan figura la de Montuïri como la segunda con un mayor número de fallecidos en esta fase, 6. Y curiosamente ambos centros son de la misma titularidad, la del grupo privado Seniors Residencias.

Pues bien, Seniors Montuïri, aparte de registrar ya 6 fallecimientos en esta segunda oleada, mantenía ayer a 23 de sus usuarios con el virus activo. Y otro establecimiento de este grupo empresarial, Seniors Can Picafort, ubicado en Santa Margalida, también ha tenido que lamentar 1 fallecimiento en esta fase.

Tres centros del grupo Seniors suman veinte de las defunciones que sus empleados achacan a los asintomáticos

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La residencia Verge de l’Esperança de Palma, con 5 defunciones recientes, es el tercer centro con más óbitos en esta fase pendiente de la evolución de dos de sus usuarios aún positivos.

En el Llar d’ancians han muerto otros 3 ancianos y en la residencia situada en Cala Estància, otros tres, pero tan solo 2 de ellos se han producido en lo que se denomina segunda oleada del nuevo coronavirus.

Ya para terminar el recuento hay que añadir 1 muerte registrada en la residencia Sa Serra ubicada en Sant Antoni de Portmany, municipio ibicenco que, como se recordará, a partir de las diez de esta noche verá limitada su libre circulación y sus actividades comerciales, y, por último, la que hace el fallecimiento número 32 en esta fase pandémica que ha producido en el centro Arcadia de Palma.

Cribados semanales 

“Parar esto es muy complicado porque puedes ir a una residencia hoy y hacer PCR a todos los usuarios y, pese que no tengas ningún positivo, en cuestión de cuatro días pueden haberse contagiado por medio de las visitas de familiares o por contacto con los trabajadores. La prueba PCR solo detecta si estás infectado en ese momento”, explicaba Joaquim Torrebella, director asistencial de Cruz Roja Balears, organismo al que el Consell de Mallorca ha encargado un cribado masivo mensual a todos los 3.500 usuarios de residencias de Mallorca así como a sus 3.000 trabajadores.

Aunque ya de partida opina que impedir nuevos contagios al 100% es imposible porque se trata de personas frágiles y, por tanto, presas más asequibles al SARS-CoV-2, Torrebella se conjura para intentar realizar estos cribados masivos con una periodicidad semanal en los centros en los que hayan detectado algún caso positivo. Porque recuerda que el objetivo es detectar a los asintomáticos lo más rápidamente posible.

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