Dos brotes de coronavirus han dejado muy tocada la plantilla de la Policía Local de Manacor, donde ocho agentes han dado positivo y otros trece tienen que permanecer confinados al haber tenido contacto estrecho con ellos. Durante la mañana de ayer los responsables del cuerpo mantuvieron una reunión con representantes sindicales en la que solicitaron “flexibilidad” para reorganizar el trabajo, de manera que se puedan cubrir todos los servicios.

Según fuentes de la Policía, los brotes se han detectado durante la última semana. Uno de ellos se dio en una reunión fuera del trabajo en la que se juntaron seis compañeros, que posteriormente desarrollaron síntomas de la covid. De los seis, cinco dieron positivo en las pruebas PCR a las que fueron sometidos. El otro brote fue un contagio externo de una agente, que ha finalizado con otros tres positivos más. En total hay detectados ocho positivos en la plantilla. Se han realizado pruebas PCR a otras trece personas que han tenido contacto estrecho con los ocho enfermos, que han dado negativo. Aun así, deberán permanecer confinados dos semanas para confirmar que no están contagiados. De manera que la plantilla, de unas noventa personas, ha perdido de golpe a 21 miembros.

Esta situación ha obligado a los responsables del cuerpo a reorganizar horarios y turnos, y se considera que se podrán cubrir todos los servicios necesarios. Los responsables del cuerpo estaban pendientes de que se haga efectiva la modificación de la norma para los trabajadores esenciales, que reduciría el tiempo de cuarentena para los contactos de contagiados que hayan dado negativo en las pruebas PCR, lo que permitiría reincorporar a los trece agentes que ahora están confinados.

El alcalde de Manacor, Miquel Oliver, pidió la colaboración de la Policía Nacional para que asumiera las tareas de seguridad ciudadana, y agradeció la colaboración de los agentes que se habían puesto a disposición para cubrir el servicio. Desde el Ayuntamiento aseguran además que el protocolo sanitario se ha reforzado.