La niña mallorquina de 11 años enferma de coronavirus, que fue trasladada al hospital Vall d’Hebron en la madrugada de lunes al martes, continúa en estado crítico, señalaron ayer desde el centro barcelonés. La menor que padece una enfermedad que afecta al sistema inmunitario llevaba días ingresada en Son Espases y ante su gravedad fue llevada a Barcelona en un complejo traslado que requirió un avión medicalizado del Ejército del Aire. 

La menor padece la enfermedad de Graves Basedow y por controles médicos referentes a su sistema inmunitario fue diagnosticada de covid-19. Desde el Vall d’Hebron no se ha facilitado más información salvo la referente a que no ha mejorado su estado. El tratamiento que se le está aplicando no cura, pero ya se ha probado antes su efectividad para estabilizar a pacientes con coronavirus.

La niña residente en Palma previamente era paciente del centro hospitalario catalán por la patología que presenta, que se vincula con la presencia de anticuerpos estimuladores del tiroides y es más frecuente en personas jóvenes. 

La ECMO es una técnica muy invasiva que ayuda a ganar tiempo supliendo la función pulmonar

Para llevar a cabo el traslado se preparó un complejo dispositivo para primero desplazarla hasta la base militar de Son Sant Joan, de donde partió a Barcelona acompañada por el equipo médico en un avión de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) del Ejército del Aire. 

Además de la Guardia Civil, que abrió paso a la ambulancia que la trasladó desde Son Espases a la base aérea, participó un equipo compuesto por once profesionales. Desde el Vall d’Hebron se desplazaron a Palma cinco sanitarios, entre ellos, un perfusionista, el especialista en ECMO (sistema de oxigenación por membrana extracorpórea, por su sigla en inglés), técnica que da soporte cardíaco y respiratorio al suplir las funciones del corazón y del pulmón, más la máquina para realizarla. 

Preparativos para el traslado

También vinieron del hospital barcelonés un intensivista pediátrico, un cirujano cardíaco infantil, un pediatra y una enfermera.

En la aeronave se desplazaron también con la niña otro médico, una enfermera y un técnico sanitario, además de dos pilotos y un mecánico.

En total el dispositivo movilizó cerca de cincuenta personas y el traslado de la pequeña, entre preparativos y su materialización, requirió doce horas de coordinación

Respiración artificial

La terapia ECMO se está aplicando en unos pocos hospitales. Se lleva a cabo con una máquina de apoyo respiratorio para pacientes de alta gravedad. Su utilización de forma masiva empezó hace una década. 

Antes de la pandemia se usaba para reparar el daño pulmonar en pacientes con gripe o asma o bien para revertir paradas cardíacas. Por ejemplo, hace unos meses se utilizó para reanimar a una joven perdida en los Pirineos que estuvo seis horas sin latidos en el corazón, con hipotermia.

En la crisis del coronavirus, junto con la ventilación mecánica, se está utilizando esta técnica, muy invasiva, pero que ayuda a ganar tiempo. Con la ECMO se suple artificialmente la función del pulmón extrayendo sangre desde una vena grande, que se pasa por esta máquina que la oxigena, sacándole CO2 e introduciéndola nuevamente al cuerpo. Así se reemplaza la función del pulmón.