La presencia de piratas en el aeropuerto de Palma ha vuelto a poner en pie de guerra a los taxistas, que amenazan con iniciar una nueva revuelta en esas instalaciones si la conselleria de Movilidad no actúa con las “siete u ocho empresas de furgonetas que están captando ilegalmente a los pocos turistas que llegan”, según denuncia el presidente de la asociación de autónomos del sector, Biel Moragues. Al respecto, añade que incluso se ha remitido al citado departamento autonómico alguna foto en la que se ve a las personas que realizan estas prácticas irregulares.

Moragues subraya que la indignación del sector es comprensible cuando en estos momentos un taxi puede llegar a estar de tres a cuatro horas haciendo cola en el aeropuerto para poder conseguir a un cliente debido a la caída en la llegada de visitantes, algunos de los cuales se les son sustraídos por parte de “siete u ocho empresas de discrecional, que cuentan con una docena de vehículos, y que captan ilegalmente a los turistas anunciándose como taxistas”, según subraya Moragues.

El presidente de Taxis-Pimem señala que este verano se ha reducido de forma apreciable el número de empresas piratas que operan en el aeropuerto durante la época estival y que dieron pie a que la Conselleria pusiera en marcha una campaña de controles. Pero añade que pese a ser menos, las que siguen actuando están siendo “muy activas” en esa captación ilegal dentro del propio aeropuerto, una práctica directamente prohibida por la normativa autonómica.

El enfado que estos hechos están provocando entre los taxistas ha llevado a la citada patronal a denunciar a la Conselleria lo que está sucediendo, con el envío de alguna foto y la advertencia de que la situación puede acabar derivando en una protesta del sector en las instalaciones de Son Sant Joan.

Un aspecto subrayado por Moragues es que esa indignación es especialmente comprensible si se tiene en cuenta que este colectivo atraviesa la mayor caída en sus ingresos que se recuerda. Como ejemplo, señala que en estos momentos el ayuntamiento de Palma ha fijado turnos ante la falta de trabajo existente, de forma de que cada vehículo solo puede estar operativo durante tres de cada cinco días, y solo durante media jornada, lo que equivale a que no puede trabajar más de un 30% de la flota al mismo tiempo. En este aspecto, se recuerda que hace un año el 100% de los taxistas estaba trabajando incluso sin libranzas debido a la gran cantidad de actividad turística que se daba en esas fechas.

A eso se añade que durante las semanas del confinamiento los taxis, al tratarse de un servicio público, tuvieron que mantener un 20% de la flota operativa en turnos cuando apenas había demanda de sus servicios.

El invierno “más duro”

Según Biel Moragues, el hecho de no haber obtenido apenas ingresos durante los meses que deberían haber sido de mayor actividad, sumado a la previsión de un invierno sin apenas demanda por la falta de ingresos de muchas familias, hace que el sector tenga por delante los meses más duros en muchos años, lo que explica la tensión que se vive en su seno.

En este aspecto, pronostica problemas incluso para poder hacer frente a los créditos solicitados para poder pagar la licencia del taxi, ante la poca flexibilidad que la banca está manteniendo.