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Alfredo Serrano: “España, al prohibir los cruceros, hizo que se perdiera el tren de la reactivación”

Alfredo Serrano, director de la patronal CLIA.

Alfredo Serrano, director de la Asociación de Líneas de Cruceros (CLIA), en un contexto muy “complicado” analiza el impacto de la crisis, como muestra el caso de compañías como Pullmantur, de Royal Caribbean Cruises, en suspensión de pagos.“ No hay otro sector del turismo que haya tenido una actividad cero como los cruceros”.

P El verano ha sido también un desastre para los cruceros.

R Efectivamente. La industria decidió suspender operaciones en marzo. Hubo países que de una manera yo creo redundante, como es el caso de España, quisieron ir más allá para prohibir su atraque. A finales de mayo en algunos mercados europeos se empezó a atisbar que tenía sentido empezar operaciones en coordinación con las autoridades. Buscábamos reforzar los protocolos de seguridad y queríamos que hubiese coordinación entre países. Por eso trabajamos con la Comisión Europea para que estableciese directrices. Se consiguió que a principios de julio hubiese países que decidieron volver a acoger cruceros, como en Alemania, Italia, Grecia, Croacia, Noruega, Suecia y todo el Báltico. España esa prohibición, aunque había excepciones que no se decía cómo debían ser, hizo que se perdiera el tren de la reactivación que sí se ha producido en competidores como Italia, Malta o Grecia. Luego han subido los casos y la compañías han tenido miedo para venir a España por las cuarentenas y las recomendaciones de no viajar. 

P ¿Cuál es la estimación de las pérdidas?

R El sector genera unos 1.300 millones de euros de facturación y unos 32.000 puestos de trabajo. En Balears, según el último estudio de la UIB, de 2015, se hablaba de 320 millones y 6.000 empleos. Teniendo en cuenta que solo hemos operado enero y febrero, meses que no son fuertes en Balears, podemos asumir que la práctica totalidad se habrá perdido. Es dramático y me entristece que países a los que adelantábamos, como Grecia y otros competidores, nos están tomando la delantera. 

P En cambio Canarias está apostando por la reactivación.

R La prohibición solo abarca cruceros internacionales. Hay compañías en conversaciones bastante avanzadas con el Gobierno canario para realizar cruceros en otoño e invierno, caso de TUI y Aida –los han anunciado para noviembre–y alguna otra más. Hay gobiernos de otras Comunidades Autónomas que lo quieren hacer. 

P ¿En Balears serían posibles esos cruceros internos?

R Es cuestión de voluntad. Canarias tiene la ventaja de que son más islas y es más fácil hacer un crucero de siete días tocando 4, 5 o 6 puertos. En Balears podría ser algo más corto o incorporar alguna otra Comunidad Autonóma. Sería factible.

P Ante la indefinición de Madrid las navieras nos dejan fuera. 

R Hay una gran incertidumbre en todo el sector del turismo. Cuándo y cómo se producirá el cambio de los planes iniciales para 2020-2021 dependerá de la evolución sanitaria internacional, en España y en cada uno de los destinos. Y luego de si conseguimos que se levante esa prohibición genérica y se establezcan directrices claras de cómo tienen que ser los cruceros seguros. Es lo que todos queremos. 

Me entristece que países a los que adelantábamos, como Grecia, nos estén tomando la delantera

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P ¿Ve posible establecer corredores seguros con determinados puertos?

R No descartamos nada. Hay protocolos que ya están desarrollándose en otros mercados. Tenemos que empezar a operar en España y cada uno de sus destinos lo antes posible. Hay compañías que están operando con desembarcos controlados. Los cruceristas van en una especia de burbuja. Es decir, no pasean por el Born por su cuenta, son excursiones contratadas. Por ejemplo, si mañana se visitase la catedral de Palma sería de manera exclusiva y con todos los embarques testados. Todo esto necesita un rodaje cuanto antes, también para dar tranquilidad a los turistas de que el destino es seguro y, por supuesto, para los residentes.  

P ¿Los cruceristas en esos        países se hacen PCR?

R La mayoría hacen algún test antes del embarque. Va mucho más allá de lo que marca la normativa, que en el caso de España es la toma de temperatura y un cuestionario.

P ¿Cómo evalúa el movimiento anticruceros desde este contexto de crisis sanitaria?

R Me cuesta contestar en este contexto actual. El turismo de cruceros es totalmente compatible con el residente. La situación tan dura con el turismo quizá haga que tengamos un debate más equilibrado sobre los beneficios e inconvenientes. Quiero pensar que ese movimiento estaba mal documentado y se hablaba de percepciones y no de realidad. Es un turismo de calidad. Lo que sí se necesita es una mejor gestión en cuanto a los desembarcos y el momento que llegan los barcos. Les corresponde a las autoridades abordarlos y esperamos continuar donde lo dejamos. Y el de la contaminación es un falso debate, no existe en Palma. El sector es el que más hace por no contaminar. 

Alfredo Serrano

Director de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA). Esta industria turística está siendo la más perjudicada, “con actividad cero” y sin atisbos de que el Gobierno central se decida a testarla como sí están haciendo otros países competidores

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