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Entrevista

Ana Betegón Sanz: “Los rastreadores militares buscamos contactos, no ejercemos de policías detrás de los confinados”

“El Ejército ha sido de bastante ayuda durante esta crisis sanitaria, sobre todo en planeamiento y estrategia”

La coronel médico Ana Betagón Sanz posa en Menorca, donde ofreció ayer una conferencia sobre el papel del Ejército durante la pandemia. Comib

A sus 58 años, Ana Betegón Sanz es una apasionada de la medicina y el Ejército a partes iguales. Lleva a sus espaldas una larga trayectoria profesional marcada, entre otros aspectos, por ser la primera mujer en dirigir un hospital militar, además de ser la primera fémina responsable de un hospital del Ejército español en una misión internacional (Afganistán). Ahora se retira del frente para dedicarse a la gestión y dar paso así “a los más jóvenes”.

P Ha participado en misiones en Afganistán y Kirguizistán, pero esta vez se enfrenta a un nuevo reto: una pandemia mundial. ¿Cómo lo está viviendo?

R Se trata de la primera misión que realizo en territorio nacional y la verdad es que está siendo una experiencia increíble aunque también muy dura. Me he tenido que adaptar al servicio después de siete años sin ejercer de médico, tarea que no ha sido fácil, aunque lo más duro ha sido ver la soledad de los pacientes [con covid]. Yo soy de mucho contacto físico con los pacientes y en este caso solo los podías sonreír, de vez en cuando, y con la mascarilla puesta. 

P ¿Qué papel ha tenido la sanidad militar durante esta crisis sanitaria?

R Hemos trabajado donde nos han requerido y creo que hemos sido de bastante ayuda. Fundamentalmente trabajamos en la desinfección de residencias, hospitales, y todas aquellas instituciones o estructuras que nos lo pedían, y en la red sanitaria con la aportación de hospitales militares. Además, colaboramos con el transporte de material sanitario que hemos traído de otros países y se ha repatriado a gente. Ha ayudado sobre todo nuestra capacidad de planeamiento y estrategia, que al final es para lo que nos forman.

P Ha colaborado en la gestión del operativo de los rastreadores militares. ¿Cómo se creó?

R Primero se creó el sistema de respuesta temprana por parte del ministerio de Defensa, y a raíz de ahí se desarrolló el sistema de rastreo dentro de las fuerzas armadas, donde participó la Inspección General de Sanidad. Y mi labor consistió en ponerlo en marcha para que distintos organismos lo pudieran utilizar.

"El techo de cristal nos lo ponemos nosotras mismas frenándonos a seguir ascendiendo"

Ana Betegón Sanz - Coronel médico

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P ¿Cuál es la función de esta figura?

R El rastreador militar es quien se pone en contacto con las posibles personas que han podido estar en contacto con un positivo. Es decir, a un paciente le hacen la PCR y si da positivo, el rastreador se pone en contacto con él y le hace una serie de preguntas. Lo que más interesa son los tiempos: con quién ha estado las 48 horas anteriores al primer síntoma. Una vez que tiene los contactos, los llama uno a uno y les intenta convencer, porque no les puede obligar ya que no hay una norma que lo dicte, a que hagan cuarentena durante 14 días.

P Los militares rastreadores no siempre son sanitarios.

R No. Nos hubiera gustado que todos los fueran, y era lo que pretendíamos, pero en el Ejército no tenemos suficientes sanitarios para cubrir todos los rastreadores que hacen falta así que los formamos.

P A grandes rasgos, ¿en qué consiste este curso online?

R Se les enseña conocimientos sanitarios fundamentales como qué es la covid y sus características. También disponen de un módulo llamado legal-ética y otro de comunicación. Este último es muy importante ya que deben saber orientar a las personas, y en algunos casos hasta convencerlas de que no tienen que salir de casa. El curso se captó por vía de la Universidad Johns Hopkins y lo hemos adaptamos a nuestras necesidades.

P ¿Es suficiente la formación que les han dado para encomendar esta tarea?

R Inicialmente sí. Nos encontramos en una fase de aprendizaje. Inicialmente pueden ir haciendo un rastreo y después será la experiencia la que les termine de formar. También hay que tener en cuenta que a parte del rastreador siempre hay un supervisor (enfermero), que a su vez tiene otro (médico).

P ¿Disponen de algún mecanismo para saber si una persona está confinada tal y como dice?

R No, ninguno. Nosotros no actuamos como policía militar, o al menos de momento. Obramos vía telefónica y creemos que la gente es responsable y sabe que tiene que estar confinada.

P ¿Y qué pasa si descubren que no está aislada en su domicilio?

R El rastreador militar informaría de la situación al supervisor, quien se lo notificaría a Salud Pública para que determinara qué hacer. En caso de que fuera un militar quien se saltara el confinamiento, siempre estamos bajo un régimen disciplinario.

P ¿Hay rastreadores suficientes?

R No. La ratio que tenemos en el ministerio de Defensa es de un rastreador por cada 500 trabajadores dependientes del Ministerio. A nivel de la población civil, sabemos que cada comunidad toma sus propias decisiones, pero más o menos se aconseja un rastreador por cada 5.000 habitantes. Creo que es insuficiente, pero será la experiencia la que nos vaya determinando qué cantidad necesitamos.

P He leído que siempre ahonda en una misma idea: el techo de cristal no existe.

R Así es. Opino, y sé que muchas mujeres no están de acuerdo conmigo, que el techo de cristal nos lo podemos nosotras mismas frenándonos a seguir ascendiendo. Como militar me he ido seis veces a Afganistán. Y tengo marido, dos hijas, padres... pero tengo una profesión y debo cumplir con ella. Por ello busco las soluciones oportunas para poder cumplir con mi misión. Nosotras somos tan válidas o más que los hombres, por lo tanto, si ellos no tienen techo de cristal, nosotras tampoco.

P ¿Cuál es el siguiente eslabón en su carrera?

R En el siguiente eslabón voy a cambiar totalmente de registro. Hasta ahora he sido fundamentalmente operativa (mandando unidades o yendo a misiones), y ahora me paso a la gestión pura y dura de prestaciones sanitarias a las fuerzas armadas. Es un reto totalmente nuevo que afronto con ilusión.

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