“Ahora ya puede llover, me da igual, los niños ya están en sus clases”. Verónica Rotger, la directora pedagógica del colegio Corpus Christi de Son Gotleu, descargaba la tensión acumulada durante todo el verano una vez que los alumnos de infantil y parte de los de Primaria ya estaban en sus respectivas aulas, tras haber aplicado la limpieza de calzado y de manos a cada uno de ellos. Como en este centro, cientos de colegios e institutos de Baleares iniciaron ayer un curso en el que mascarillas y geles desinfectantes serán parte del material escolar.

“Este año no nos podemos abrazar ni dar besos”, explicaba cariñosamente Maria José Capó a sus alumnos de primero y segundo de Primaria. Este curso, para posibilitar ratios de 20 niños como exige la conselleria de Educación, el colegio Corpus Christi, con 240 alumnos y que tenía solo una línea, ha tenido que habilitar la sala de profesores, la de psicomotricidad y la biblioteca como aulas y, además, mezclar cursos. Tras un verano en el que el equipo directivo no ha descansado y todo el personal se ha implicado, la escuela, al igual que si fuera unitaria, cuenta ahora con clases multinivel y grupos de niños por debajo del límite exigido.

Para evitar aglomeraciones de padres y niños ante las puertas, ayer empezaron los alumnos de Infantil, para quienes las puertas se abrieron a las 8.45 horas, y parte de los de Primaria, que entraron solos y en fila a las 9.05. Hoy se reincorporará el resto, que accederá por otra puerta.

Maria Aguiló esperaba con sus dos hijos fuera, aunque ayer solo empezaba el más pequeño, Lluc. “Por la escuela estoy tranquila, lo que me preocupa es lo que hagan otros padres fuera. Los míos van a ir de casa al cole y del cole, a casa”.

En el resto de la isla

En Inca, los diferentes centros también habilitaron espacios para impartir clases y mantener las ratios, a pesar de que el Ayuntamiento había ofrecido otras alternativas. Precisamente, la institución municipal envió una carta a los centros educativos para agradecer el “esfuerzo” realizado, así como el “papel fundamental” de las asociaciones de padres y madres en el regreso al ‘cole’.

En Marratxí, los más pequeños del Costa i Llobera empezaron en la vieja escuela de Pòrtol, mientras que para el Gabriel Janer Manila se ha habilitado una aula en Ca Ses Monges, de propiedad municipal.

En Calvià, en el Colegio de Son Ferrer, la mayoría de padres llevaron a sus hijos tranquilos y confiando en las medidas del centro.

En el Instituto de Sineu, uno de los más grandes de la Part Forana, el inicio de curso se realizó sin incidentes. Cada ciclo tiene su propio circuito y turnos para acceder al centro. Algunas zonas comunes del instituto han sido habilitadas para impartir clases, como las aulas de informática y plástica.

En Binissalem, los colegios CEIP Binissalem, CEIP Robines y Colegio de la Assumpció habilitaron espacios para cumplir las ratios. Para las extraescolares, el Ayuntamiento ha ofrecido Can Gelabert y la Escola Graduada.

En Santa Maria, los alumnos de quinto y sexto de Primaria del colegio Melcior Rosselló i Simonet tendrán sus aulas en la antigua escuela graduada. Mientras, en Consell, únicamente comenzaron ayer los alumnos de los tres cursos de Educación Infantil.

En Cala Millor, el CEIP Na Penyal abrió de manera escalonada y el edificio de la Guardería Municipal albergará una aula de este centro, por lo que se ha construido una clase más en el vestíbulo de estas instalaciones. El resto de centros de Son Servera también ha adaptado diferentes espacios para conseguir las aulas necesarias.

En Búger, ayer se incorporaron los niños de tres años. Los recreos se realizarán en distintos horarios y en espacios exteriores: el Sagrat y la Placeta de la Glòria.