Cuatro barriadas de Palma –Son Gotleu, Can Capes, la Soledat Nord y parte de Son Canals– que albergan a 22.648 ciudadanos comprobarán como su cotidianeidad se ve alterada a partir de las 22 horas del próximo viernes cuando entrarán en vigor una serie de restricciones de movimientos y de actividades en todo el área tras una resolución de la conselleria de Salud que, como explicó ayer su máxima responsable, Patricia Gómez, no ha quedado más remedio que adoptar al triplicar todo esta zona la incidencia media del coronavirus en Mallorca.

“La decisión ha sido tomada en base a criterios epidemiológicos y sociales”, se escudó la consellera revelando a continuación que, tras su publicación en el BOIB de ayer, entrará en vigor el viernes y se mantendrá durante 15 días que podrán prorrogarse si la situación de los contagios no mejora. 

La consellera, que compareció acompañado por el alcalde de Palma, José Hila, pasó a detallar las restricciones que entrarán en vigor desde el viernes en estas barriadas que, básicamente, se centrarán en la movilidad, aforos y suspensión de algunas actividades. Gómez recalcó que las limitaciones son de aplicación en el interior del perímetro formado por las calles del gráfico adjunto, aunque quedan excluidas las propias vías delimitadoras.

Los niños sí irán al colegio

Así, la consellera desgranó que en el citado perímetro se restringirá la libre entrada y salida de personas salvo en casos de desplazamientos justificados como por ejemplo para la asistencia a centros sanitarios, el cumplimiento de obligaciones laborales, la asistencia a centros docentes y educativos (incluidas las escoletes de educación infantil), la asistencia y cuidado de personas dependientes o discapacitadas o para la cumplimentación de trámites administrativos inaplazables o para realizar exámenes o pruebas oficiales.

La circulación por las carreteras, calles y viales que transcurren o cruzan estas barriadas se permitirán siempre y cuando tengan origen y destino fuera de este núcleo. Como también se permitirá la circulación de personas residentes dentro del núcleo afectado, si bien se recomienda que la población permanezca en su domicilio y se desaconsejan los desplazamientos o actividades no imprescindibles. 

No podrá superarse el 50% de los aforos marcados y todos los establecimientos y servicios abiertos al público habrán de cerrar antes de las 22.00 horas y establecer un horario de atención prioritaria para mayores de 65 años.

Las reuniones sociales no podrán superar las 5 personas si no son convivientes. Dicha prohibición incluye bodas, servicios religiosos –salvo los funerales y velatorios (máximo 15 personas)–, celebraciones y la práctica deportiva. Se suspende la actividad de los gimnasios y centros deportivos, parques y jardines y parques infantiles de uso público y locales de ocio infantil.

Por su parte, el alcalde de Palma, que se mostró de acuerdo con unas limitaciones que, reveló, afectarán al 5% de la población de Palma residente en las zonas con más alta densidad (300 habitantes por hectárea) de la capital, anunció más presencia policial en la zona, más tareas de desinfección por parte de Emaya, más ayudas públicas y una tarea de sensibilización que implique a los líderes sociales de estos barrios en el cumplimiento generalizado de las restricciones.