Servicios sanitarios privados y la conselleria de Salut del Govern montaron un dispositivo especial para trasladar a las cinco personas positivas de coronavirus del yate Yasmine of the Sea, propiedad de la familia real catarí. Para evitar levantar alarma en el Club de Mar y en el Paseo Marítimo de Palma, así como la presencia de cámaras, el traslado de los enfermos hasta el hotel Palma Bay se ha realizado a la una de la madrugada aproximadamente. Hay que recordar que había cuatro tripulantes contagiados en el barco y otro que salió de la embarcación el lunes al concluir su contrato de trabajo, como reveló DIARIO de MALLORCA.

Por otra parte, los otros 20 tripulantes que permanecen en el interior del yate están a la espera de los resultados de las pruebas PCR que se les practicó ayer. Si se detectan más positivos también serán enviados al hotel Palma Bay, establecimiento que la conselleria de Salut ha medicalizado para albergar positivos de Covid-19 durante su convalecencia.

Fuentes cercanas a la tripulación han explicado que los trabajadores del barco están asustados, ya que temen un contagio masivo. Especialmente, después de que el martes se declara el primer positivo y que hacía bastantes días que tenía síntomas. En concreto, relatan como la tripulación estuvo del todo confinada en el barco durante su estancia en Porto Chievo (Cerdeña), localidad con una gran incidencia de coronavirus y en la que estuvieron amarrados del 21 al 28 de agosto. Sin embargo, desde el entorno de los tripulantes lamentan que pese a saber de la existencia de muchos contagios en Porto Chievo, tanto el capitán del barco como miembros de la familia real catarí hicieron vida normal. Entraron y salieron del barco y visitando lugares concurridos.