El Consell de Govern acordó ayer solicitar al Consejo de Ministros que declare zonas afectadas gravemente por una emergencia de protección civil los municipios de Banyalbufar, Esporles y Valldemossa y las explotaciones agrarias de Mallorca que han sufrido daños por el temporal del 29 de agosto.

La portavoz Pilar Costa explicó que los efectos de la borrasca, con lluvias, tormentas, un tornado y viento de más de 120 kilómetros por hora, han ocasionado daños personales y materiales en estos municipios y en diversas zonas agrícolas de la isla.

El episodio afectó una superficie forestal de la Serra de Tramuntana, de más de 700 hectáreas; unas 300 hectáreas de superficie de cultivos de explotaciones agrarias; viviendas, vehículos y líneas de baja y media tensión (que dejaron sin suministro eléctrico a unos 4.770 abonados), y obligó al cierre de carreteras y caminos.

Costa remarcó que los daños materiales inherentes a todos los incidentes causados por este episodio de viento muy fuerte y lluvias "son susceptibles de ser recuperados por medio de las ayudas y las medidas económicas" que prevé la Ley del Sistema Nacional de Protección Civil. Así pues, el Govern ha instado al Estado a intervenir en los términos que establece esta ley, sin perjuicio de pedir también las medidas complementarias que hagan falta para la recuperación íntegra de los daños sufridos.

Los particulares afectados podrán solicitar estas ayudas económicas a través de sus ayuntamientos. Los consistorios de los municipios remitirán a la Delegación del Gobierno los expedientes con la cuantificación de los daños.