Era un secreto a voces entre la gente de la zona de Banyalbufar: el cap de fibló no sólo afectó profusamente Son Coll, la finca de Christian Völkers, sino que también arrasó con tejados y estructuras de Son Bunyola, propiedad del magnate Richard Branson.

La de arriba es una de las primeras fotografías de L'Alqueria de la Torre, topónimo antiguo de la impresionante possessió, que trasciende tras el paso del temporal. La tomó el geógrafo Miquel Àngel Escanelles (Toponimia Mallorca) el pasado viernes y la ha cedido a este periódico.

Escanelles explica que la alquería disponía de una torre que la defendía de los peligros llegados del mar. "Del mar llegó el vendaval que derribó una construcción que había aguantado el mal tiempo durante 500 años, como mínimo".

Branson vio cómo en 2019 el Consell tumbaba su anhelado proyecto de construir un macrohotel de lujo en la possessió. Finalmente, en marzo de 2020, Medio Ambiente dio el visto bueno al proyecto, modificado con el fin de minimizar el impacto en el entorno.