Balears cerró el pasado mes de agosto con 73.753 personas en el paro, lo que supone un incremento interanual del 89,9%. Su cifra de personas ocupadas fue de 513.335, es decir, un 12,8% menos que en las mismas fechas de 2019. Ninguna otra comunidad autónoma se acerca, ni remotamente, a unos datos tan negativos como éstos, lo que refleja que las islas se han convertido en la zona del país más duramente golpeada por la crisis generada por la covid-19. Y ello a pesar de que de no ser por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), la situación sería mucho peor, al pasar de la tasa de paro administrativo, que ahora es del 12,4%, a un 22,3%, según destacaron ayer el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, y el director general de Modelo Económico, Llorenç Pou.

Por lo que respecta al paro, esa cifra de 73.753 desempleados supone incrementar en casi 35.000 los que había hace un año. Este aumento, que roza el 90%, queda a años luz de la media española, cuya subida interanual ha sido del 24%. Basta señalar que el segundo lugar lo ocupa Cataluña, con un alza del 29,4%, es decir, una tercera parte de la tasa balear. La responsabilidad de este crecimiento hay que buscarla en los sectores más afectados por la caída de la actividad turística, con aumentos del desempleo del 173% en la hostelería y del 89% en el comercio.

Otro dato a tener en cuenta: los menores de 25 años son los que muestran el mayor deterioro laboral, al ser los que presentan también una mayor tasa de contratación temporal. Su número de desempleados ha crecido un 177,5%.

La tasa de parados que recibe algún tipo de ayuda económica es del 44,5%, con una evolución a la baja durante los últimos meses.

La cifra de 513.335 afiliados conlleva también un comportamiento mucho más negativo que el del resto del país. Supone la destrucción de un 12,8% del empleo que había en agosto del año pasado, de nuevo el dato más negativo de España, cuya media ha sido de un recorte del 2,7%. Como referencia, la segunda comunidad con peor balance es Canarias, con un descenso de casi un 5,1%, es decir, menos de la mitad del balear. De nuevo la hostelería es el sector más afectado, y es la construcción el único con un balance positivo, al crecer su ocupación un 2,7% respecto a 2019. Hay que hacer hincapié en que nueve de cada diez empleos perdidos era de carácter temporal.

Salida de los ERTE

Durante el mes de agosto se reincorporaron a sus puestos de trabajo 27.855 empleados que se encontraban afectados por ERTE, lo que supone que a finales de agosto seguían en esta situación 58.801 personas. Pero esta última cifra supone el 11,6% de los empleos de las islas, la tasa más alta del país seguida del 11% de Canarias, frente a la media estatal del 4,3%.

Dado que con ello se evita la destrucción definitiva de esos puestos de trabajo, el conseller insistió en la necesidad de prorrogarlos, una medida que en su opinión se aprobará durante las próximas semanas de la mano de la negociación en la Mesa del Diálogo Social que el viernes se iniciará en Mallorca.

Trato especial

La evolución del mercado laboral de Balears es mucho peor que la del resto del país, según coinciden en señalar patronales y sindicatos, de ahí que se reclamen medidas especiales para las islas.

En concreto, la patronal CAEB reivindica un plan específico para el archipiélago y que éste sea la zona más beneficiada por las ayudas europeas, mientras que PIMEM reclama que se alarguen los ERTE, pero no por meses, sino dentro de un paquete de ayudas de más de un año de duración para dar tranquilidad al tejido empresarial.

Por su parte, el sindicato UGT defiende la necesidad de que los ERTE se prolonguen hasta que se produzca la recuperación económica y pide un cambio en el modelo productivo, al igual que CCOO, que plantea que la prestación por desempleo no se reduzca del 70% al 50% del salario con el paso de los meses y exige a todos los partidos políticos que colaboren en la protección de los trabajadores. Por su parte, desde USO se insiste en que Balears no puede mantener una dependencia tan alta de la actividad turística y reclama un cambio de modelo.