El conseller de Educación, Martí March, afirmó ayer que la ratio de alumnos en infantil y primaria en el nuevo curso será de menos de 20 estudiantes por aula, mientras que en Secundaria, Bachiller y Formación Profesional se situará en unos quince ya que la enseñanza en estos casos será semipresencial en días alternos. March ofreció estos datos en su comparecencia extraordinaria en el pleno del Parlament ante el inicio del curso escolar, en la que insistió en emplazar a los partidos a mantener una actitud de apoyo y "la máxima colaboración para rebajar la alarma social y reducir temores" ante el regreso a las aulas, sin "abrir conflictos innecesarios". En este sentido, defendió que su departamento "asume su responsabilidad", pero a la vez pidió "a todo el Parlament esta colaboración para dar confianza a la sociedad".

March defendió el regreso a las aulas como una "necesidad social, emocional y familiar" y, sin bien admitió que "el riesgo cero no existe", sostuvo que los centros tendrán "la máxima seguridad y calidad" posible. A su vez, insistió en que las ratios "bajarán de forma importante" en infantil y primaria en el curso que arrancará el 10 de septiembre y que la media se situará por debajo de los 20 alumnos por aula, aunque "puede haber excepciones". Añadió que al inicio del curso la Conselleria informará sobre los datos de ratios "centro por centro".

Junto a ello, y ante las críticas de la oposición, defendió que su departamento "planificó adecuadamente" al plantear tres posibles escenarios ante el comienzo del curso en función de la evolución de la pandemia y, si bien en julio consideraba que era posible que se produjera con una presencialidad total, "la situación es más difícil de lo que había imaginado" la Conselleria. "El escenario B es realista", afirmó March, quien repasó las medidas adoptadas como el aumento de docentes con 397 más para la educación pública y 166 para la concertada. A este incremento se destinará una parte importante de los 50 millones de euros que recibirá Balears de los gastos extra del fondo covid en educación.

Asimismo, resaltó que se ha aumentado en un 20% la inversión en limpieza de los centros educativos dependientes de la Conselleria y que sacará una convocatoria de 800.000 euros para ayudar a los ayuntamientos a mantener la limpieza en los de competencia municipal. A ello añadió el aumento de 3 a 7 millones de euros de las ayudas para comedores escolares, que beneficiarán a 12.000 familias.

En lo que se refiere a las pruebas serológicas a los docentes de riesgo ante el coronavirus, anunció que se realizarán los próximos días 3 y 4 a los aproximadamente 1.300 profesores en esta situación. Además, explicó que la conselleria de Salud abrirá una línea de teléfono de ayuda ante la covid para los centros educativos, descartando la figura del enfermero escolar en los centros a la que le instó Patricia Guasp, de Ciudadanos, y optando por la del coordinador Covid. También rechazó la exigencia de Núria Riera, del PP, de que se realicen pruebas PCR a todos los docentes antes de empezar al curso.

Críticas a la gestión de March

A pesar de las llamadas del conseller Martí March a la colaboración, la oposición criticó su gestión a la hora de planificar el inicio del curso. "Tenía tiempo y llega tarde y mal", le espetó Riera, quien acusó al conseller de haber "estado escondido todo el verano".

Guasp también le reprochó "falta de planificación y previsión", así como no aportar "protocolos claros de actuación", mientras que Jorge Campos, de Vox, afirmó que la apertura del curso se está caracterizando por "el caos y la falta de previsión" lo que "es una prueba más de la ineficacia del Estado de las Autonomías".