Ya está. Desde ayer ya no se puede fumar por la calle en Baleares. Tampoco se pueden reunir más de diez amigos o miembros de una familia. Y en los centros de trabajo, salvo que sean al aire libre o que haya separación física, es obligatorio el uso de mascarilla. Las nuevas restricciones del Govern para frenar la segunda ola del coronavirus en las islas entraron ayer al medio día en vigor. Quien no cumpla, se enfrenta a multas a partir de 100 euros. Las medidas se extenderán, como mínimo, los próximos quince días. Pero el Govern avisa: si los datos de nuevos contagios no evolucionan positivamente, además de prorrogarlas otros quince días "habrá que endurecer todavía más las restricciones".

El nuevo paquete de medidas del Govern para controlar la pandemia del coronavirus anunciado por la presidenta Francina Armengolel miércoles entró ayer en vigor, y la portavoz del Govern, Pilar Costa, fue la encargada de informar tanto de los detalles finales de las nuevas limitaciones como de las sanciones a las que se enfrentan aquellos que las incumplan.

De este modo, según la portavoz del Govern, el abanico de multas va de los 100 a 600.000 euros dependiendo de si son consideradas leves (de 100 a 3.000), graves (de 3.000 a 60.000) o muy graves (de 60.000 a 600.000). Fumar en la calle o en terrazas aunque haya distancia de seguridad será considerada leve, pero tendrá la misma consideración que ir sin mascarilla y será sancionado con multas de máximo 100 euros. La prohibición de fumar es extensible a cualquier "dispositivo de inhalación de tabaco" como sería el caso de cigarrillos electrónicos.

Las sanciones por incumplir el límite de diez personas en reuniones familiares o con amigos o sobrepasar los nuevos aforos previstos en bares y restaurantes variará en función de cada caso o de circunstancias como si se ha sido requerido previamente por la policía o si existe reincidencia.

Además de la prohibición de fumar en la calle o de reunirse más de diez personas, ayer también entró en vigor la obligatoriedad de la mascarilla en los centros de trabajo, salvo si son en exteriores o si existe separación física.

La resolución del Govern también incluye el mantener las distancias de seguridad y la "obligatoriedad del uso de mascarilla cuando proceda" en reuniones familiares o encuentros con amigos. El texto también recoge aunque sólo como recomendación, "limitar el número de encuentros sociales fuera del grupo de convivencia estable y procurar el espaciamiento temporal de encuentros con grupos con composición no coincidentes" para frenar la propagación del coronavirus.

Adiós a las palomitas en el cine

La portavoz del Govern insistió en la necesidad de contar con refuerzos en los cuerpos de seguridad para controlar el cumplimiento de las medidas, "no tanto con un ánimo recaudatorio, sino disuasorio, de hacer llegar las medidas a la gente". Costa recordó que en principio estas medidas están previstas para quince días pero que "si las cifras de contagios no evolucionan positivamente, en lugar de reducirlas o echarlas atrás, habrá que restringir o endurecer las restricciones aún más", avisó la portavoz del Ejecutivo.

"Estamos en constante evaluación de la situación y tenemos todas las medidas sobre la mesa", señaló Costa sobre posibles nuevas restricciones, como limitaciones a la movilidad, como ya planteó el miércoles la presidenta Armengol.

Desde el lunes, bares y restaurantes deberán adaptar sus aforos a las nuevas limitaciones. Finalmente se verán reducidos del 75 al 50 por ciento tanto en interior como en terrazas aquellos con un aforo permitido de más de 50 personas y del 66 al 50 por ciento salas de juego o casas de apuestas. Los locales con un aforo inferior a 50 personas mantendrán su aforo en el 75 por ciento. Durante los próximos quince días quedan cerrados los clubes y locales de ocio para personas de la tercera edad.

También se prohíbe comer y beber en el transporte o en espectáculos deportivos y culturales en recintos cerrados, lo que impide, por ejemplo, comer palomitas en las salas de cines del archipiélago.

Se mantiene la prohibición del ocio nocturno, y como ya avanzó la presidenta Armengol, se especifica la prohibición de la actividad de prostíbulos y clubes de alterne.

Por otra parte, el aforo de funerales y velatorios queda limitado a 30 personas al aire libre, 15 en espacios cerrados; mientras las bodas podrán ser de 75 personas en espacios cerrados, 125 al aire libre. La resolución define como eventos multitudinarios y que deben pedir autorización a Salud aquellos actos de más de 150 personas en interior y de más de 300 al aire libre.

Bares y restaurantes rechazan el aforo del 50%: "No somos el foco"

La Asociación Mallorquina de Bares, Cafeterías y Restaurantes criticó ayer la "negligencia" del Govern y atribuyó las nuevas restricciones a la "incapacidad de decisión y de gestión" ante la crisis generada por la pandemia. En un comunicado, la patronal defiende que los establecimientos cumplen "a rajatabla" las medidas de seguridad e higiene, al tiempo que amenazó con querellarse contra la administración por vulnerar sus derechos. La asociación empresarial acusa al Govern de poner siempre al sector como "objeto de todas las limitaciones cuando no han causado el problema". Su presidente, Alfonso Robledo, rechaza los aforos al 50 por ciento porque "el sector no es el foco de los brotes".