Un agente de la Guardia Civil, que estaba de trabajo burocrático el jueves pasado en Palma, escuchó una agresión en el interior del coche y logró parar los golpes que un joven italiano propinaba a su pareja. El agente animó a la víctima a que denunciara a su agresor, pero ella lo excusaba por el hecho de que era su novio.

No tener miedo y actuar, esta es la consigna que lanza el agente de la Guardia Civil de Ibiza que hace unos días logró detener una agresión machista en Palma. El agente, que iba de paisano, escuchó gritos dentro de un coche, se enfrentó al agresor y consiguió parar los golpes que un joven italiano estaba propinando a su pareja.

Los hechos sucedieron el jueves de la semana pasada en la capital balear, jurisdicción de la Policía Nacional. "Yo me encontraba en la plaza que hay frente al edificio de la Comandancia de Balears, en Palma, y mientras hacía tiempo para regresar a Ibiza escuché voces de una mujer dentro de un vehículo. Estaba intentando salir del coche y pedía auxilio en italiano", cuenta el agente de la Guardia Civil que, al final, tuvo que detener al conductor del vehículo para parar la agresión.

"Cuando me acerqué, vi que era una pareja joven. El hombre le daba puñetazos a la mujer en la cara y en el pecho, así que me identifiqué como guardia civil y le dije que dejara de golpear a la mujer, que apagara el motor y que saliera del coche", recuerda el agente, que prefiere mantener el anonimato."El joven italiano no me hacía caso y, finalmente, tuve que sacarlo del coche a la fuerza, agarrándole del brazo", cuenta.

"La intervención de los ciudadanos de a pie es muy importante en estos casos y con tan solo una llamada telefónica los agentes podemos impedir agresiones como esta", asegura el guardia civil. "La gente pasaba al lado del coche de la pareja y nadie decía nada", puntualiza el agente. Además, asegura que "los ciudadanos no intervienen ante este tipo de conductas por miedo".

Para reducir los casos de violencia de género es necesario que la víctima ponga en conocimiento de las autoridades responsables el caso en concreto. "Yo recomiendo que la víctima denuncie, porque si no, no se puede resolver el caso vía judicial y habría que actuar de oficio. Las personas que observen un caso de violencia machista en la calle, también tienen que saber que es necesaria e indispensable su colaboración y actuación", asegura el agente.

Señala que "actuó con conocimientos previos de la Guardia Civil" al parar la agresión, se llevó a la víctima aparte "para convencerla de que era necesario que denunciara al agresor", comenta. "La mujer me decía en todo momento que el hombre era su pareja. De este modo parecía que estaba excusándolo y que por ser su novio tenía derecho a pegarle", advierte el agente. El agresor, "al decirle que saliera del coche, indicaba constantemente que eran novios". Precisamente el vínculo afectivo entre la víctima y el agresor es el principal escollo para que las mujeres se atrevan a dar el paso de denunciar. Por esta razón, la intervención de terceras personas a menudo es clave para detener la conducta del agresor y llevarle ante la justicia.

"Dentro de la Guardia Civil recibimos formación específica para actuar cuando se da un caso de violencia machista y, con tan solo una denuncia, se procede al seguimiento del caso", señala.

Por otro lado, el agente, al ser preguntado por la gran cantidad de casos de violencia machista que circulan en vídeo por redes sociales, explica que"mediante las redes sociales no se pueden denunciar los abusos machistas,y esto perjudica a la víctima y al cuerpo". "Lo más adecuado es denunciar", insiste.

El agente de la Guardia Civil, que lleva 35 años en el cuerpo, ya había actuado previamente ante casos de violencia machista. "Ha sido la primera vez que he visto como un hombre golpea a una mujer y me ha impactado muchísimo. Ver y escuchar cómo le golpeaba, impresiona" lamenta.

Finalmente, fueron los agentes de la Policía Nacional quienes se llevaron detenido al joven, arrestado por la presunta comisión de un delito de lesiones y de violencia contra la mujer.

El agente de la Guardia Civil es el mismo que, en junio del año pasado, redujo en la calle, en el centro de Ibiza, a un hombre armado con una pistola que acababa de atracar a tres trabajadoras de Repsol que en ese momento iban a ingresar 20.000 euros.

Unos días después, este mismo agente consiguió detener a un hombre que había intentado prender fuego en el interior de un piso de la ciudad de Ibiza y que incluso llegó a acuchillar levemente a un agente del Cuerpo Nacional de Policía.