El auge imparable de la pandemia en Mallorca ha obligado a Son Espases a ampliar los recintos previstos para atender a los enfermos más castigados por el coronavirus. Las dos unidades de críticos reservadas por el hospital de referencia se han visto desbordadas por los casos registrados este verano. De inmediato se ha procedido a habilitar la Unidad de Cuidados Intensivos de Traumatología, donde se ha empezado a ingresar a los nuevos pacientes de la "segunda ola". Estas medidas constan en los acuerdos tomados durante la reunión del Comité de Crisis, llevada a cabo el pasado lunes en el centro hospitalario.

Son Espases había dispuesto dos unidades de semicríticos con doce camas, para acoger a los enfermos de mayor gravedad. La cifra parecía suficiente durante la transición registrada en junio. Sin embargo, el hospital reconoce que el repunte brutal ha saturado esos ámbitos. En concreto, durante el pasado fin de semana se superó esa cifra en el hospital de referencia, lo cual obligó a ingresar a dos pacientes en la UCI traumatológica. Este recurso complica el funcionamiento habitual de dicho servicio, por lo que el Comité de Crisis abordó la creación de circuitos de pacientes críticos no afectados por la covid.

El refuerzo de la estructura de asistencia intensiva, en estancias que se caracterizan por su larga duración, es la punta del iceberg de la propagación del coronavirus en agosto. Según adelantó este periódico, Son Espases ya barajaba durante la semana pasada una anulación selectiva de sus intervenciones programadas. El lunes se dio un paso más, al comprometerse a analizar las cancelaciones de la actividad programada que comporta un ingreso hospitalario. De nuevo, se pretende reservar camas a futuros pacientes vinculados a la covid.

La polarización de la actividad en torno al coronavirus se traslada a aspectos colindantes con la estricta atención sanitaria. Son Espases ha decidido limitar las visitas de acompañantes a un solo familiar, en sesiones de mañana y tarde, con una hora de duración. Este protocolo pretende evitar los contagios a los pacientes por patologías distintas a la covid. Según los profesionales del centro, la regulación de los visitantes ha sido una de las medidas que mayor seguridad ha proporcionado en el recinto hospitalario.

En una tónica que viene repitiéndose desde la primavera, Son Espases considera que dispone de material de protección individual para afrontar el recrudecimiento de la pandemia. Sin embargo, se adjunta la cautela de que este abastecimiento es suficiente solo si se lleva a cabo un uso responsable. De hecho, los acuerdos del Comité de Crisis establecen limitaciones sobre la utilización de los trajes de protección industrial o EPI, desaconsejados en los casos en que una PCR negativa confirme la ausencia del coronavirus.