Baleares amplía las restricciones ante el aumento de casos por la segunda ola del coronavirus: la obligatoriedad de mascarilla también en los centros de trabajo, el cierre de las playas por la noche, la reducción de aforos de bares o restaurantes al 50 por ciento, la prohibición de fumar en público aunque se mantengan las distancias y la limitación de reuniones sociales o familiares a máximo 10 personas, son las medidas más destacadas.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, que ha anunciado las nuevas restricciones, lo ha justificado en que "la situación ha empeorado".

La presidenta ha avanzado que "se están estudiando otras medidas, como limitar la movilidad de la ciudadanía", pero ha explicado que por ahora no se solicitará el estado de alarma en Baleares.

Armengol ha comparecido hoy junto a la consellera de Salud, Patricia Gómez, después de informar junto al comité de expertos de las medidas a consells y ayuntamientos. La presidenta ha querido matizar que "estamos mejor que en marzo", pero ha alertado que "la progresión de los contagios es alta y preocupante". Por ello y apenas diez días después de anunciar las últimas medidas, como la prohibición de fumar sin distancia, ha anunciado un paquete de nuevas medidas que aún se está definiendo y que entrará en vigor a partir de la próxima semana.

La principal medida es que la limitación de encuentros sociales y familiares a un máximo de diez personas que hasta ahora era una recomendación pasa a ser de obligado cumplimiento. La presidenta ha insistido en que es en estas reuniones donde existe "mayor relajación" y donde se están produciendo la mayoría de nuevos contagios. Armengol ha recomendado incluso acotar a esos diez los contactos cercanos y para el resto utilizar mascarilla en este tipo de encuentros. "La sensación que tenemos es que hay un problema de relajación entre los ciudadanos, en especial en los encuentros con familiares y amigos", ha hecho un llamamiento a la población la líder del ejecutivo autonómico: "Nos está fallando lo que es más fácil y el virus sigue matando y siendo letal".

Además de ello, la obligatoriedad de llevar mascarilla en la calle, en comercios y locales se extiende también a los centros de trabajo -donde habrá excepciones aún por concretar- y a paseos marítimos hasta ahora exceptuados. También se cerrarán las playas de noche y se reducirá al 50 por ciento el aforo de bares y restaurantes, si bien la presidenta ha explicado que todavía deben perfilarse los detalles.

Una nueva vuelta de tuerca se da a la prohibición de fumar en terrazas y en la calle: si hace diez días se permitía en el supuesto de poder mantener la distancia de seguridad, ahora queda ya totalmente restringido, aún en el caso de existidir distancia.

Armengol ha avanzado que el Govern está "estudiando" también posibles "limitaciones a la movilidad de la ciudadanía", si bien no planea por ahora solicitar el estado de alarma en Baleares.