Pedro Sánchez no se refería ayer a Balears al encarecer a "los territorios con mayor eficacia" en la contención del coronavirus. La comunidad se hunde más bien en el pelotón de las "otras que están teniendo problemas para hacer frente a la pandemia". Los 908 contagios adicionales, registrados este martes por el Govern, confirman prácticamente que la región habrá triplicado durante agosto la cifra de afectados por la covid que contabilizaba a principios de mes.

Ni marzo ni abril son los meses en que la pandemia se ensañó con mayor energía contra Balears. Agosto pasará a la historia como el ejercicio mensual en que se multiplicó el impacto del medio año anterior. Los 5.342 contagios oficializados el pasado viernes ya duplicaban ampliamente los 2.612 reconocidos el lunes tres, primer día hábil. En menos de tres semanas se habían barrido los registros de la primera oleada.

El mazazo de los 908 casos de ayer no solo eleva el total a 6.709, sino que aproxima ya definitivamente el recuento a los 7.800 enfermos que supondrían el triple de los iniciales. Aun tomando en consideración el efecto martes, que en realidad concentra en esa fecha los acumulados del fin de semana, la proporción de trescientos nuevos casos en cada jornada de asueto desborda los diques de contención. El salto del pasado martes 18 fue de 240 contagios, por 360 del día 11. Al bordear el millar en una sola tanda, es inevitable añorar los informes de junio y julio en que los nuevos casos se expresaban en simples dígitos, por debajo de diez.

Con una proyección de cinco mil nuevos enfermos solo en agosto, ni siquiera puede utilizarse el recurso literario de "doblegar la curva", expresión reiterada en la comparecencia de Sánchez. Al revés, la tendencia ahora mismo es un crecimiento desbocado de los casos de coronavirus en Balears. La mayoría de los países del planeta están por debajo de esas cifras en marcadores absolutos, y todos ellos en valores relativos.

Los 908 casos incorporados ayer por Balears multiplican por siete el valor medio de Brasil, unánimamente considerado como el peor ejemplo de gestión del coronavirus. El valor medio balear de agosto, en torno a los 170 enfermos diarios, también desborda ampliamente por comparación a los 30 mil casos diarios del gigante sudamericano.

La oleada primaveral de coronavirus se mostró benévola con Balears, ligada a comunidades como Asturias, Murcia o Canarias en unas sacudidas menos dañinas de lo previsto. En lo referente a contagios, que no por suerte a fallecimientos, la magnitud de la covid se ha agrandado en la "segunda ola" reconocida por el Govern, hasta el punto de aventar la paradoja de que el embate de marzo y abril nunca existió.

Balears sobresale ahora mismo por sus pésimos resultados en el conjunto del parque autonómico. Los gráficos que muestran la evolución de los contagios del coronavirus se caracterizan por dos lomos, en primavera y verano. En la mayoría de comunidades españolas, la curva inicial alcanza mayor cima que su secuela. En Balears ocurre todo lo contrario. Ahora mismo, solo Aragón le supera en la desproporción entre los dos embates. Sin embargo, y de mantenerse el ritmo actual, la crisis vigente se quedará sin rival.

A ciegas, se ligaría automáticamente el estallido agosteño a los visitantes del exterior. A sabiendas de la ausencia de turismo extranjero, esta circunstancia no ha amortiguado una propagación que, por el contrario, se ha agudizado tras las deserciones de británicos y alemanes. En la compensación optimista, las muertes causadas por el coronavirus en su segunda venida son muy inferiores, por debajo del uno por ciento frente al diez de primavera.