La directora general de Función Pública del Govern, Irene Truyols, ha presentado la dimisión de su cargo y será sustituida por Carmen Palomino, exconcejal socialista del Ayuntamiento de Palma y que en la pasada legislatura fue consellera insular de Función Pública en el Consell de Mallorca. A finales de la pasada semana, Truyols puso su cargo a disposición de la consellera de Administraciones Públicas, Isabel Castro, alegando motivos personales y de enfermedades familiares. Pese a que desde el Ejecutivo circunscribieron la marcha de Truyols a una aparente dimisión, su trabajo era muy cuestionado.

Era un secreto a voces que desde el Govern estaban buscando acometer cambios al frente de la dirección general de Función Pública. La filtración de las preguntas en las oposiciones de funcionarios y el enfrentamiento con los sindicatos del Govern, que no querían que los funcionarios realizaran trabajo presencial durante el confinamiento por el Covid-19, provocaron que Irene Truyols fuera cuestionada en el seno del propio Govern.

El hecho que originó de forma especial su cuestionamiento fue la carta que remitió a los funcionarios en pleno confinamiento por el coronavirus. En la misiva, Truyols les emplazaba a trabajar de forma presencial, incluso en edificios donde se habían detectado positivos, alegando que se debían tramitar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectarían a unos 400.000 trabajadores.

Al día siguiente tuvo que salir el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, a desmentir las cifras que había utilizado la directora general de Función Pública. Negueruela habló de error para reducir de forma importante el número de afectados por los ERTE. No obstante, aquel episodio no agradó en el Consolat.

En pleno enfrentamiento con los sindicatos de funcionarios, el Govern decidió enviar a Pedro Jiménez a negociar con ellos para resolver el conflicto. Jiménez fue director general de Función Pública durante la pasada legislatura y en estos momentos se encontraba trabajando para el IB-Salut. La mediación de Jiménez surtió sus efecto y se alcanzó un acuerdo con los funcionarios para compaginar el trabajo presencial con el teletrabajo.

La presunta filtración de las preguntas de las oposiciones, que obligaron a suspender las pruebas, no se responsabilizó directamente a la dimitida directora general. No obstante, por este conflicto ya tuvo que abandonar uno de sus subordinados, el director de la Escola Balear de Función Pública (EBAB), Jaime Tovar.

Está previsto que en el Consell de Govern del próximo viernes se haga efectiva la dimisión y ya se nombre a su sustituta en la dirección general de Función Pública: Carmen Palomino.

La experiencia de Palomino

Ha sorprendido que Carmen Palomino aceptara el cargo, ya que dimitió de concejal de Cort para cuidar a familiares. Pese a ello, Palomino es un valor seguro en la gestión de Función Pública. Funcionaria desde hace muchos años, conoce a la perfección las administraciones públicas.

La pasada legislatura en el Consell consiguió lidiar con éxito en varios conflictos, como es el caso del recorte de pluses impuesto por la Sindicatura de Comptes.