Con la llegada de viajeros alemanes cercenada ante la cancelación de las operativas de los turoperadores, esta semana es la decisiva para que los hoteleros cierren establecimientos o bien aguanten con la vista fijada en septiembre y una tímida recuperación. De ahí la ofensiva de precios para atraer a los viajeros más amigos del último minuto, los españoles, para ver si gracias a ellos, se puede mantener una mínima ocupación hasta el mes que viene. A los descuentos de las grandes cadenas de hasta el 50 % se suman los de otras hoteleras, como Hipotels o Viva, con un 25 % de rebaja.

Los vuelos con Alemania van disminuyendo estos días. Según datos de Aena, ayer había previstas 42 llegadas y 42 salidas. Y con el Reino Unido, mercado golpeado con la cuarentena del Gobierno de Johnson desde finales de julio, la programación marcaba 19 llegadas y otras tantas salidas.

Para tomar el pulso al sector, Platja de Palma y su asociación hotelera marca el camino. La planta hotelera sigue operativa y se descartan los cierres, a pesar de que seis de cadas diez de sus visitantes son alemanes, aseguraron ayer desde la patronal. Se insiste en lanzar un mensaje de tranquilidad y en abrir los brazos al turismo nacional, el local y cualquier otro mercado residual en perspectiva. Las reservas para el mes que viene resisten.

Hay empresarios que se "agarran a septiembre" y un "hipotético" octubre. Otros no ven posible soportar las "idas y venidas" de los mercados europeos ni resistir con ocupaciones por debajo del 20 %, dicen fuentes del sector.

"Se la juegan todo" al mercado doméstico, con un 70 % de último minuto, resume José Díaz, director financiero de TravelgateX, la plataforma tecnológica que gestiona reservas, con sede en el Parco Bit.