Colaboración vecinal para intentar frenar el brote de coronavirus que azota Santa Maria con 56 casos positivos. Mientras en el PAC se continuaban efectuando las pruebas PCR a todos aquellos vecinos que habían estado en contacto directo con algún positivo, la mayoría de comercios han rociado con agua y lejía su entrada antes de abrir las puertas. Algunos establecimientos ya habían desinfectado sus portales por la noche tal y como había pedido el consistorio que este miércoles pidió la colaboración de los vecinos para la desinfección de calles añadiendo un vaso de lejía por cada diez litros de agua fría y rociando la mezcla en sus portales.

De hecho, algunos vecinos no entendían el motivo de rociar con agua y lejía las calles por la noche y no durante el día. La responsable de Protección Civil, Malen Costa, ha razonado que debido a las altas temperaturas diurnas, la mezcla apenas duraría cinco minutos, lo que rebajaría ostensiblemente su efectividad, por ello, la recomendación de proceder a la desinfección de los portales por la noche, cuando las temperaturas no son tan elevadas y, así, lograr una mejor acción del desinfectante.

A pesar del brote de coronavirus con 56 casos positivos, y como ocurre en muchos pueblos de la isla, con un paseo por la localidad se puede observar el mal uso de la mascarilla. Es verdad, que la mayoría de vecinos cumple las normas y lleva la protección correctamente pero hay otros que la llevan por debajo de su nariz o, incluso, de la barbilla. Así, ni les protege ni protege de posibles contagios. Incluso hay gente que la lleva colgada en su brazo como si la pandemia no fuera con ellos y una minoría que a estas alturas de la situación pasean sin protección.