Mallorca sigue el rastro del coronavirus en las aguas tratadas de ocho depuradoras de la isla. Tres proyectos de investigación llevados a cabo por el ministerio de Transición Ecológica, el ayuntamiento de Calviàmiden la presencia del virus en análisis periódicos para crear un sistema de "alerta temprana". Es decir, anticiparse a la presencia del virus para prevenir su propagación.

Los análisis realizados en las cuatro depuradoras del municipio de Calvià -Santa Ponça, Peguera, Bendinat y Calvià vila- han arrojado ya varios positivos desde que a principios de julio su consistorio inició un proyecto piloto con Aguas de Barcelona para "estudiar la evolución de la epidemia y anticiparnos a posibles brotes", explica Xavi Pérez, responsable del Ciclo del Agua de Calvià 2000.

El virus como tal ya no está presente en el agua que procesa la depuradora, pero sí su material genético. Un rastro que no sirve para cuantificar qué parte de una población está infectada, pero suficiente para hacer sonar las alarmas si se detectan concentraciones demasiado elevadas. "Hasta ahora las cuatro depuradoras han dado negativos y positivos. En estos casos son valores bajos, estamos siempre en el límite. El problema es si te sale un valor alto, aunque tienes la oportunidad de adelantarte porque el agua que analizamos detecta presencia del virus antes de que la persona presente síntomas", afirma Pérez.

Calvià recoge dos muestras semanales en cada una de sus cuatro depuradoras y las envía a la Universidad de Barcelona para su análisis. Los resultados terminan en una base de datos supervisada por el ministerio de Sanidad en la que se vuelcan los resultados. "Esto será muy útil cuando haya datos de muchos territorios. Eso nos servirá para comparar unos con otros y así trazar la evolución del virus. Un dato aislado de una depuradora o de un día no nos dice nada", valora este experto.

La importancia del contexto

Facsa, empresa explotadora de las depuradoras de Sóller y Sóllersa Pobla, analiza desde junio sus aguas, además de las de la estación de Sant Llorenç. Hace unos días tuvieron el primer resultado positivo. "Hasta ahora todas las analíticas habían dado negativo, pero acabamos de tener un positivo en Sóller. Son valores muy bajos y un solo resultado positivo no nos da demasiada información, salvo confirmar que hay virus en el pueblo", explica un técnico de esta concesionaria.

"Estamos haciendo un proyecto de investigación que esperamos sea útil para las autoridades sanitarias, pero todavía es pronto. Por ejemplo, el positivo de Sóller nos hace estar vigilantes porque puede marcar una evolución del virus al alza si la próxima analítica da valores más altos. O al revés, puede que la próxima salga negativa", subraya este profesional.

El proyecto más ambicioso lo lidera el ministerio de Transición Ecológica. Desde hace un mes monitoriza treinta depuradoras dentro de una iniciativa estatal de vigilancia para alerta temprana de covid-19 en aguas residuales (VATar). La única estación seleccionada en Balears es la del Coll d'en Rabassa (Palma, que trata el agua de una gran masa de población de la isla.

El Ministerio envía los datos obtenidos al Centro de Coordinación de Alertas y a cada comunidad autónoma para que reaccionen en caso de que se sucedan positivos con valores que indicaran una alta concentración del virus. Palma suma seis de cada diez contagios que se detectan en la isla y por tanto el rastro del virus es muy probable en las aguas de la depuradora, pero el Govern no facilitó ayer ningún dato.