Un total de veintiún funcionarios de la cárcel de Palma. Entre estos trabajadores, ocho han dado positivo por coronavirus y a los otros 13 se les ha aplicado esta medida con carácter preventivo, al haber mantenido contacto con los infectados. Una de las contagiadas por la enfermedad es la médica del Centro Penitenciario.

Mientras tanto, los dos internos que inicialmente habían dado positivo en las pruebas PCR han dado negativo en los test posteriores. Se trataba, por tanto, de un falso positivo. Así, a partir de este último dato, no hay contagiados por covid-19 de la prisión palmesana.

En este sentido, la dirección ha decidido extremar las medidas para evitar posibles contagios. Así, a partir del pasado domingo 16 de agosto se ha ordenado la suspensión de las comunicaciones familiares, íntimas y de convivencia de la población reclusa. Mientras, las comunicaciones en locutorios quedan restringidas a un máximo de dos familiares, niños incluidos. Estas se celebran únicamente viernes, sábados y domingos.

Una de las medidas que se ha retomado y que se utilizó profusamente durante el estado de alarma son las videoconferencias. Estas se realizarán en las mismas condiciones que se venían realizando anteriormente.