Frente a una crisis habitacional agravada por la recesión económica de la pandemia, son muchas las familias que se vieron desahuciadas y optaron por la ocupación ilegal de pisos. Este es un fenómeno que aumenta cada año y que preocupa a la población. Para Victor Cornell, abogado de la PAH en Balears, es importante distinguir entre dos perfiles de ocupas: "Hay dos tipos de okupas: el de buena fe y el de mala fe. El que actúa de mala fe es aquel que va a hacer un daño a una propiedad ajena simplemente para lucrarse. El de buena fe es el que okupa una vivienda que lleva cerrada mucho tiempo porque no tiene otra opción".

En el caso de Baleares, se han producido 132 ocupaciones en lo que llevamos de 2020, según el sistema estadístico de criminalidad del Ministerio del Interior. Desde partidos como PP o Ciudadanos consideran que para solucionar esta cuestión se necesita una garantía judicial más efectiva y rápida. "Tiene que haber una garantía de que se pueda echar a los okupas en menos de 48 horas. Si se lucha contra la ocupación ilegal los propietarios tendrán más seguridad para alquilar sus viviendas", defendió Núria Riera, diputada de los populares. Por otro lado, desde el Ejecutivo balear estiman que es más importante evitar los desahucios antes que endurecer las leyes contra okupas.