Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión

Alemania destierra a Mallorca

Turistas paseando por Playa de Palma, durante la nueva normalidad tras el coronavirus. Manu Mielniezuk

A los presentadores de los telediarios alemanes solo les faltaba anoche una corbata negra. Gesto mohíno, tono de Arias Navarro llorando a su Caudillo. Había fracasado la reunificación alemana, sellada a principios de verano mediante la incorporación a Berlín de la Mallorca de los huecos planes piloto y los contaminados corredores aéreos. La isla no inspira confianza. Para que el bofetón aumente su sonoridad, Merkel establece una excepción insular, a Canarias. Al igual que su colega Pedro Sánchez, solo reconoce un archipiélago español.

Alemania destierra a Mallorca tras concederle más oportunidades de rehabilitación que al resto. Según la ya célebre norma de cincuenta contagios por cien mil habitantes en una semana, que Merkel empezó por imponer en su propio país, la isla debió ser excluida el martes, junto a Euskadi y Madrid. Sin embargo, Palma no es solo el destino de cinco millones de turistas germanos. Una tercera parte de su suelo está también en manos alemanas.

Berlín opera mediante datos, el Gobierno y el Govern se guían por pálpitos. Mallorca se condenó al culminar una semana con la mitad de sus contagios totales, y al multiplicar por quince sus casos activos. Ahora renacerá la polémica de los PCR en origen. Antes de exigirlos, convendrá tener una consellera que sepa en qué consiste esa técnica. Y que no se inhiba al aparecer la primera familia alemana infectada.

Canarias ha gestionado el coronavirus con mayor transparencia y diligencia que Balears. Tus mejores amigas no son necesariamente las mejores dotadas para la Secretaría de Estado de Turismo y la salud de los baleares, dos errores carísimos. Claro que, ¿quién iba a imaginarse un Thomas Cook o una pandemia? Por ejemplo, los asesores pagados para preverlos.

Compartir el artículo

stats