Los abogados de Balears están indignados por la decisión del Ministerio de Justicia de mantener la actividad judicial durante el mes de agosto, un periodo en el que tradicionalmente se disfrutaba de vacaciones. Y para dejar patente este malestar, el decano de los abogados, Martín Aleñar, ha escrito una dura carta, dirigida al ministro de Justicia, en la que deja clara su opinión sobre la decisión de habilitar el mes de agosto como un periodo hábil.

Aleñar recuerda en la misiva el papel fundamental que representan los abogados, "garantes del derecho de defensa de los ciudadanos", por lo que cuestiona esta imposición de trabajar en agosto que, a su juicio, "es absurda".

El colectivo de abogados solo ha dispuesto este año de diez días de vacaciones en agosto, dado que desde el martes los juzgados pueden desarrollar su actividad habitual, para hacer frente al retraso que se acumuló por la declaración del estado de alarma.

El decano señala al ministro Juan Carlos Campos que "el día 11 de agosto se consumó nuestra condena a la esclavitud". Denuncia Aleñar que el Ministerio no ha tenido en cuenta las opiniones de los abogados, ni de otros operadores jurídicos, que "advirtieron sobre la ineficacia de tal medida".

Si bien Aleñar se disculpa por los duros términos que utiliza en la misiva, insiste en que esta decisión del Gobierno ha supuesto "enterrar la lógica y justa aspiración al descanso y a la conciliación" de los letrados.

El representante de los abogados insiste en que "nuestras vacaciones, pero también las de otros colaboradores de la Justicia, como los peritos o los equipos psicosociales y, por supuesto, la de los ciudadanos que han de tomar parte, de una forma u otra, en un procedimiento, quedan anuladas, así, sin más, por Real Decreto Ley. Y con ellas, nuestro derecho a conciliar".

El decano le señala al ministro que esta medida que se ha impuesto la "sentimos como una muestra de desprecio hacia quienes somos pieza esencial en el objetivo de contribuir a hacer justicia". Y, además, le insiste en que "desde la responsabilidad, la preparación y la mejor técnica, seguiremos defendiendo los derechos de nuestros clientes. Pero toca también centrarnos en nuestra propia defensa", además de instarle a que busque soluciones para que "esto jamás vuelva a ocurrir".