Baleares está viviendo una crisis sin precedentes en su historia al dejar a su principal motor económico prácticamente parado, pese a los intentos de impulsar la actividad turística. Esta fase de recesión está pasando una factura especialmente alta sobre el empleo eventual, aunque su peso es relativamente bajo entre los residentes en las islas, y ahora Administración, empresarios y sindicatos intentar que el golpe llegue con mucha menos fuerza al colectivo de los fijos discontinuos, mucho más numeroso, ya que en caso contrario se podría ir a una crisis social.

La caída de la contratación temporal o eventual está siendo evidente, dado que nueve de cada diez empleos destruidos en las islas hasta ahora entran en este grupo. Pero se trata de un colectivo con poco peso entre los residentes, pese a que incluye a algunos de los colectivos más vulnerables, como personas de más de 50 años que solo encuentran trabajo durante el verano, las mujeres o los jóvenes. Esta contratación temporal es aprovechada en gran medida por personas llegadas desde otras autonomías y países, y es allí donde su empobrecimiento se va a notar.

En cualquier caso, se trata del grupo al que se van a dirigir algunas de las políticas de empleo que el Govern, según se señala desde la conselleria de Trabajo.

El segundo colectivo más vulnerable es el de los fijos discontinuos y éste sí que preocupa especialmente, ya que las islas llegan a concentrar a unos 100.000 trabajadores de este tipo.

El fijo discontinuo es un asalariado estable dentro de la empresa pero al que solo se le da trabajo durante unos meses al año. Si tenemos en cuenta que hay que trabajar y cotizar doce meses para tener derecho a cuatro de prestación por desempleo (inicialmente cubre el 70% del salario), y que los fijos discontinuos suelen estar activos entre seis y nueve meses anuales, lo que suele suceder es que un invierno cobran un subsidio (430 euros aproximadamente) y al siguiente la prestación por desempleo (aquí se puede llegar a los 1.100 euros). Pero a esta crisis llegaron en muchos casos con la prestación agotada y muchos no han podido adquirir de nuevo este derecho al no haber trabajado y estar en ERTE, lo que podría hacer que este año se vieran abocados a cobrar solo los 400 euros mensuales, o incluso a no haber cotizado nada y no tener ni siquiera derecho a esa mínima cantidad. Eso explica el interés en que puedan cobrar el paro al menos hasta final de año y un subsidio hasta marzo, con el fin de no dejarlos sin ingresos.

La posición de los trabajadores fijos es mucho más sólida, ya que buena parte de ellos ha cotizado el tiempo suficiente para haber adquirido el derecho a los dos años de prestación por desempleo.