El conseller de Educación, Universidad e Investigación, Martí March, insistió ayer en la necesidad de que todos los alumnos vuelvan a las aulas el próximo 10 de septiembre si la situación de la pandemia lo permite. "Pido un esfuerzo a todos, empezando por la Conselleria, para tener un curso lo más presencial posible. Tenemos que abrir las escuelas porque es clave, lo dicen todos los organismos oficiales", destacó March.

Asimismo, el conseller expresó su disgusto por la convocatoria de huelga de docentes aprobada por la Unión Obrera Balear de cara al inicio del curso. "Pedimos la máxima responsabilidad. La situación social y económica será muy dura, y pido una actitud de solidaridad y colaboración. No cuestionamos ningún derecho sindical, pero no ha habido ningún recorte de docentes, y se han incrementado las ayudas de comedor, para digitalización, limpieza... Nos jugamos mucho y tenemos que estar a la altura. Nadie estaba preparado para esto y el aprendizaje a distancia puede tener efectos negativos", subrayó March, que indicó que a finales de agosto se citará con todos los sindicatos.

En todo caso, reiteró que "la seguridad total no existe".

Rafel Covas, por su parte, indicó que una de las prioridades en el inicio del curso será evitar las habituales aglomeraciones en la entrada de los centros. Se pedirá a los municipios que establezcan "rutas escolares seguras" para llegar a pie o en bicicleta. "Si tenemos que quitar aparcamientos para coches, lo haremos", destacó Covas.