A los sindicatos mayoritarios de Balears no les ha agradado que el rey emérito haya abandonado el país, ni tampoco las explicaciones que ha dado para justificar esta decisión. Alejandro Texias, de UGT, cree que su marcha daña la figura de la monarquía y considera que Juan Carlos I "debió quedarse en España y aguantar toda la investigación judicial". Sospecha también que el escándalo irá creciendo e irán saliendo más comisiones. CC.OO. también considera que representar la jefatura del Estado exige "un plus de ejemplaridad" y que en este caso no se ha dado. El sindicato exige que se garantice que Juan Carlos de Borbón "responda ante la justicia".

Con menos dureza se expresa la patronal de la Caeb. Carmen Planas cree que la salida de España responde a "una decisión personal" y apela al papel fundamental que realizó el monarca para consolidar la democracia y para parar el golpe del 23-F. Además, también destaca la promoción que el rey emérito realizó de Mallorca en todo el mundo.

Los partidos políticos con representación en Balears volvieron ayer a mostrar opiniones distintas sobre la decisión del padre del actual monarca.

Así, Mercedes Garrido, del PSIB, señaló que se debe respetar el trabajo que está realizando la justicia para investigar este caso y planteó que ya va siendo hora que los políticos se planteen retirar la inviolabilidad que disfruta la figura del monarca, un derecho que se recoge en la Constitución.

Desde el partido se insistió en que "sea la justicia la que dirima sobre esta cuestión con absoluta transparencia", a la vez que se mostró convencido de que "la transparencia y la ejemplaridad" son los valores que "refuerzan la democracia de nuestro país".

El PP, a través de su presidente en Balears, Biel Company, volvió a mostrar ayer el "respeto" a la decisión adoptada por el padre del monarca y también destacó el decisivo papel que representó en el desarrollo de la democracia en España. "Nos ha llevado a ser uno de los países del mundo con una democracia más estable". Company también lanzó un mensaje de apoyo a Felipe VI, y sostuvo que ahora no es el momento de cuestionar la monarquía. El presidente del PP enmarcó la difícil decisión de Juan Carlos de Borbón en "un intento de quitar presión al rey Felipe VI y "para tratar de dar tranquilidad y estabilidad al trabajo que está desempeñando su hijo como jefe de Estado".

Por su parte, Més per Palma anunció ayer que volverá a presentar una moción para retirar el nombre de la actual plaza Joan Carles I. La formación política cuestiona el "dudoso origen de la fortuna de los Borbones".

Més per Menorca exigió también más rigor al Gobierno español frente a "la fuga al extranjero del rey emérito". Los nacionalistas apuntaron que es obligación de los poderes del Estado garantizar que el anterior monarca vaya a ser procesado a pesar de que resida en el extranjero. También consideraron que en estos momentos no es adecuada la visita a Mallorca y Menorca que tiene programada el actual monarca, Felipe VI.

Con la misma dureza se manifestó ayer Podemos, que a través de su portavoz en Balears consideró que la marcha al extranjero de Juan Carlos de Borbón representa "el último desprecio que le puede hacer a España". Alejandro López señaló que ningún ciudadano de este país, implicado en una investigación económica, podría salir de España mientras se realizan las comprobaciones judiciales. El partido morado pidió que la comunidad autónoma le retire la medalla de oro que le fue otorgada.

Jorge Campos, líder de Vox en Baleares, también consideró que se trata "de una decisión personal" y recordó que el anterior monarca ya estaba retirado de la vida pública. Asimismo, atacó a los partidos independentistas que ahora cuestionan la monarquía y aprovechan la situación para plantear un cambio de régimen.