Tras haber actuado en primer lugar contra el ocio nocturno y haber reducido el número de personas que pueden asistir a reuniones familiares, en segundo, ahora le toca el turno a "nuestros temporeros", los trabajadores del sector turístico, y a los capas más desfavorecidas de la sociedad balear, adelantó ayer Javier Arranz, portavoz del comité de enfermedades infecciosas de esta comunidad, la que serán las proximas medidas de Salud para intentar evitar una mayor diseminación del nuevo coronavirus.

El doctor Arranz, que aseguró no estar preocupado por el aumento del número de nuevos contagios sino tan solo "atento" a su evolución, subrayó que la "inmensa mayoría de ellos son de personas sin síntomas" y que son una consecuencia lógica de que en estos momentos se estén realizando más pruebas así como de una eficaz labor de rastreo de los contactos estrechos de las nuevas infecciones.

El portavoz recordó que el primer sector sobre el que se actuó fue sobre el del ocio nocturno al comprobar lo que estaba pasando en otras comunidades, que se estaba convirtiendo en el foco principal de nuevos contagios.

Tras él le ha tocado el turno, el pasado viernes, a las reuniones familiares. Una resolución de la conselleria de Salud rebajaba ese día el máximo de personas que podían acudir a una celebración de este tipo en un lugar cerrado a quince y a treinta en un espacio abierto. "Adoptamos esta medida porque la mayoría de los brotes que hemos detectado eran familiares", justificó Arranz recordando a continuación que los efectos benéficos de la medida solo se podrán evaluar dentro de unas dos semanas, el tiempo necesario para que se complete un periodo de incubación de la Covid-19.

"El objetivo de esta resolución (que limitalos asistentes a eventos familiares) es concienciar a la gente de que no debe hacer reuniones multitudinarias porque se ponen en más riesgo, no tiene un fin recaudatorio", diferenció.

Trabajadores de otras regiones

"Ahora toca centrarnos en nuestros temporeros, la gente que viene a trabajar en los hoteles y restaurantes, porque hemos visto que se están produciendo algunos brotes de carácter laboral", reveló Arranz señalando que Salud ofrecerá a los servicios de prevención de riesgos laborales de las diferentes empresas su colaboración para realizar más pruebas y adoptar otras medidas. "Estos trabajadores pueden venir de otras comunidades con más contagios que la nuestra", advirtió.

Y tras los trabajadores del sector de la hostelería le tocará el turno a las capas poblacionales más desfavorecidas de las Islas. Así, el portavoz habló de recurrir a las ONGs que trabajan sobre el terreno para detectar en qué núcleos poblacionales las personas viven más hacinadas y, por tanto, con mayores dificultades para mantener las medidas de seguridad que eviten más contagios.

También Arranz aseguró que "estaría más contento" si a esta comunidad se le permitiera, como ya ha solicitado, realizar controles aeroportuarios a pasajeros nacionales procedentes de comunidades autónomas en peor situación epidemiológica que esta.

Medida factible

"Se trata de una medida factible de llevar a cabo porque tenemos la capacidad de realizar estas pruebas {los laboratorios de los hospitales públicos realizaron 35.593 PCR a lo largo del mes de julio para detectar contagios de SARS-CoV-2, un 11,6 % más que el mes anterior}, pero no únicamente a los turistas nacionales, sino a todos aquellos que vengan de países en peor situación epidemiológica que la nuestra", amplió el portavoz.

Así, Arranz habló de hacer seguimientos más cercanos a estas personas, de forma telefónica o digital, para no solo controlar sus síntomas sino también para facilitarles información. "Y también les podremos ofrecer hacerles una prueba para que ellos se queden más tranquilos y nosotros también. Estamos abiertos a hacerlas y tenemos la capacidad para hacerlas", concluyó.