La división hotelera del grupo turístico Globalia, Be Live Hotels, y la cadena BlueBay estudian fusionar sus negocios para crear una compañía líder en el sector que gestionaría cerca de 100 establecimientos y más de 21.000 habitaciones, la mayoría con categoría de cuatro y cinco estrellas, en más de 15 países, según han informado ambas compañías.

Ambos grupos disponen de un total de siete hoteles en Mallorca, según la información que facilitan en sus páginas web. En el caso de Be Live, se trata del Son Antem y el Palace de Muro, ambos de cinco estrellas, y el Costa Palma, La Cala Boutique y el Marivent, de cuatro estrellas. Por su parte, BlueBay cuenta con cuatro establecimientos: Vistanova, Lagomonte, Club y Belsana, de tres estrellas.

Según informaron ayer ambos grupos en una nota de prensa conjunta, el proyecto, cuyo proceso está siendo acompañado por Ernst & Young y PwC, tiene una fuerte vocación de expansión internacional ya que contaría con una sólida implantación en países como Cuba, Portugal, Marruecos o Colombia.

Estos enclaves se unirían a los principales destinos vacacionales de España, República Dominicana o México, prosigue el comunicado. Fuentes de Globalia no han desvelado más datos acerca de la situación en la que se encuentran las negociaciones, más allá de apuntar que todavía no están cerradas.

Liderazgo del nuevo grupo

En cualquier caso, se especula con que al frente del grupo resultante se pondría Javier Blanco, actual director general de Be Live y marido de Cristina Hidalgo, hija del dueño de Globalia.

Además del proyecto con BlueBay, Globalia tiene pendientes otras dos operaciones, la primera de ellas la compra de Air Europa por parte de Iberia, la cual está siendo renegociada.

Así lo reconoció la pasada semana el consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, que apuntó que en el contexto actual el acuerdo firmado el pasado 4 de noviembre por el que la matriz, IAG, desembolsaría 1.000 millones de euros en efectivo por Air Europa "carece de sentido".

Por su parte, el proceso de fusión de las agencias de Globalia y Barceló ha sido congelado hasta el próximo otoño por mutuo acuerdo, después de que ambas compañías acordaran darse tiempo para ver en qué condiciones quedan sus negocios tras el embiste de la pandemia de coronavirus.