Ayer se vivió un día especialmente atípico en el aeropuerto de Son Sant Joan. A pesar de que el viernes suele ser una de las jornadas donde más movimiento se produce en la Terminal, los turistas y pasajeros tuvieron que transportar las maletas sin los habituales carritos. Unos portaequipajes que AENA decidió guardar ante la huelga que organizaron los trabajadores.

El escenario que se presentó en el aeropuerto se compuso por muchas familias que no podían con todo el equipaje y en algunas ocasiones tenían que pedir ayuda a algunos taxistas o operarios de la zona. Desde la perspectiva de los turistas, fue una situación bastante impactante y extraña. La mayoría entendió que los trabajadores reclamaran sus derechos y una mayor protección frente al covid-19, pero se quejaron de que fuesen los propios viajeros quienes pagasen los platos rotos: "Están en su derecho, es normal que reclamen mejoras. Pero también es algo que afecta a los viajeros, que son ajenos a este problema. Es algo que no entiendo. Tú vienes de otro país, no hablas el idioma y te ves afectado por una circunstancia que es ajena a tu persona", aseguró Adrián Gutiérrez, turista venezolano procedente de Alemania. Por otro lado, Philippe, ciudadano holandés, explicó que la protección de los trabajadores tiene que ir en función de la labor que desempeñen y el riesgo que tenga la misma: "Depende del sector en el que trabajes. Si tu oficio está relacionado con la Sanidad es evidente que necesitas protección, pero hay otros trabajos en los que no considero que sea esencial. Hay que dar prioridad a los que trabajan en sectores de riesgo". Por último, Carlos Arribas, de Málaga, declaró que para que los trabajadores puedan sentirse seguros es imprescindible la conciencia de la gente: "Siguen sin respetarse las distancias".