El Club Náutico de Formentera (CNF), el único de Balears que no cuenta con un espacio portuario para amarrar las embarcaciones de su centenar de socios, ha visto frustrada su intención de gestionar 91 amarres sociales en la Savina después de que el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Balears aprobara el miércoles archivar el proceso de competencia de proyectos promovido por esta entidad y que fue apoyado, desde el principio, por el Consell. Además, la APB acordó convocar un concurso público abierto que limita las posibilidades de los amarristas locales.

El Consell fue el único que dio explicaciones ayer sobre esta decisión. Su presidenta, Alejandra Ferrer, es miembro del consejo de administración de la APB: "Al haberse presentado más solicitudes al trámite de competencia de proyectos instado por CNF y ante las diferentes sentencias judiciales que indican que ante esta situación es necesario garantizar la competencia, la APB ha decidido optar por la tramitación de un concurso para la explotación de la dársena" de Levante, indicó.

Además, señaló que ese concurso se realizará "de manera que se pueda garantizar la competencia y a su vez que el concurso que se inicie y sus condiciones garanticen también el uso de esta dársena como amarres sociales, no primando el mayor y mejor aprovechamiento, si no para potenciar los usos y prácticas deportivas relacionadas con el mar".

Alejandra Ferrer se compromete en una nota a que seguirá trabajando y solicitando a la APB que este concurso "sea el camino para disponer de los espacios y amarres sociales necesarios e inexistentes en el puerto de Formentera para que la ciudadanía pueda disfrutar del mar y no sea un privilegio exclusivo de quien pueda pagarlo", subrayó.

La dársena de Levante de a Savina incluye una superficie de más de 12.000 metros cuadrados, con 91 amarres además de varios edificios de servicios en tierra. Desde el principio, este espacio ha estado vinculado al muelle de pescadores, donde ahora se construye la nueva Cofradía.

En cambio, no ha trascendido nada de lo que se trartó en este consejo de administración sobre la investigación de la fiscalía Anticorrupción contra la cúpula directiva de la APB. Su presidente, Joan Gual de Torrella, que sigue en el cargo, defendió su inocencia ante los presuntos delitos que investiga la fiscalía pero no ha trascendido las razones por las que el Govern le mantiene al frente del organismo portuario.

La reunión fue telemática y a ella asistieron el alcalde de Vila, Rafael Ruiz, y la presidenta de Formentera. Pero tanto el Ayuntamiento de Vila como el Consell de Formentera declinaron explicar qué se trató en este encuentro. Los reiterados intentos de este diario para recabar la versión de los representantes de la empresa Decoin, que mantiene la autorización temporal de gestión de esos amarres hasta marzo de 2021, han sido por el momento inútiles.

Desde el CNF la intención es "seguir luchando para que Formentera tenga amarres sociales". Su presidente, Vicent Tur, manifestó: "No nos han comunicado nada respecto al archivo, nos hemos enterado por la prensa, pero parece que todo lo que hemos hecho se ha ido al garete. Nos han barrido de un plumazo".

A su juicio, la convocatoria de un concurso abierto para la gestión de este espacio "nos descalifica para optar ya que lo que prima es el valor económico por encima del social; van a por la pasta pura", lamentó.