La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido a los países de que se preparen para una crisis psicológica "masiva". El IB-Salut ha replanteado su estrategia de atención a la salud mental, definiendo seis líneas de actuación e intervención.

Oriol Lafau, coordinador autonómico de Salud Mental, cree que básicamente se producirá un incremento de los trastornos mentales leves o comunes, como la ansiedad o la depresión menor: "Menor no quiere decir que no se sufra, pero sí puede tener más fácil solución que un trastorno grave, como una esquizofrenia o un trastorno bipolar".

Si una de cada cuatro personas tiene un trastorno de este tipo, Lafau cree que está proporción podría aumentar y una de cada tres podrían verse afectadas en el contexto actual: tras haber pasado más de dos meses de reclusión y tensión sanitaria máxima y en una situación de crisis económica sin precedentes.

En esta ocasión la crisis es diferente a la de 2008, razona Lafau: "Entonces culpábamos a los bancos, a las constructoras, al Gobierno, pero ahora solo podemos culpar a un virus, es difícil canalizar el enfado", explica. Pero aunque sea diferente el descalabro de 2008 es el referente más similar que tenemos para especular cómo afectará la nueva crisis a la salud mental.

Y en este escenario, el IB-Salut plantea un plan especial de salud mental con seis líneas de actuación e intervención.

En primer lugar, se busca aumentar la atención presencial a las personas que ya tenían un problema de salud mental grave en Balears y que durante el confinamiento se quedaron sin las consultas presenciales. Pese a que en general Lafau cree que estas personas han sobrellevado el confinamiento razonablemente bien, ahora el sistema de salud cree necesario reforzar la atención presencial por si acaso.

Las urgencias psiquiátricas bajaron durante el confinamiento, indica el psiquiatra. Únicamente aumentaron las de personas con adicciones en activo que se encontraron con problemas para acceder al tóxico y tuvieron un importante síndrome de abstinencia.

La segunda línea de actuación del plan se centra en las personas en situación de vulnerabilidad, como pueden ser los niños, las personas mayores y las personas en exclusión social.

El personal sanitario no podía quedar excluido en este plan, pero Lafau matiza que la mayoría de estos profesionales ya fueron atendidos en su momento, superaron la crisis y una actuación posterior quedaría supeditada a la aparición de un rebrote pandémico que volviera a situar en situación de vulnerabilidad emocional a este colectivo.

Las personas que hayan perdido a alguien durante el confinamiento también recibirán una atención especial. El coordinador autonómico recuerda que muchos familiares ni siquiera pudieron estar en los últimos momentos de sus seres queridos y después no pudieron realizar los rituales de despedida habituales, con lo que eso puede haber generado "duelos complicados" que tardan en resolverse si no se actúa.

La quinta línea del plan previsto por el IB-Salut se centra en la población general y en la previsión de que aumente el malestar psicológico y emocional por la crisis económica. En este contexto, el IB-Salut plantea que la atención se brinde desde los centros de salud, de una forma cercana y menos "psiquiatrizante".

"Ofreceremos un tratamiento online que nos ha cedido recientemente la Universidad de Valencia, que consistirá en 10 sesiones que el paciente realizará en su domicilio supervisado por un psicólogo, un psiquiatra o su propio médico de cabecera", reveló Lafau.

Por último, el plan contempla la institucionalización y refuerzo de la atención telefónica en el ámbito de la salud mental.

Durante las medidas de reclusión obligatorias impuestas por el estado de alarma, la atención a las personas con problemas de salud mental fue básicamente telefónica y los responsables han quedado satisfechos y sorprendidos con los buenos efectos que han notado. Por eso, se ha decidido que la atención telefónica con los pacientes de salud mental también ha llegado para quedarse. Se considera una herramienta "eficaz y rápida" que contribuirá a reducir las listas de espera.