La fiscalía Anticorrupción, que interviene como acusación en la causa que se sigue contra el juez Penalva y el fiscal Subirán por su actuación en el caso Cursach, ha cuestionado una de las últimas decisiones del magistrado Carlos Gómez, instructor de este caso. El juez rechazó uno de los últimos informes policiales aportados al caso. Se trata de un informe en el que se cuestionaba la actuación de juez y fiscal con respecto al trato dispensado a uno de los testigos protegidos del caso. En concreto, se refería a un conocido trilero, que identificó a una serie de policías locales de Palma y les acusó de dedicarse a extorsionar. Los policías que realizaron esta investigación cuestionan la decisión de Penalva de premiar a este testigo, anulando una orden que le obligaba al destierro.
Sin embargo, el juez Gómez ha realizado una interpretación completamente distinta de la que realizan los inspectores de Policía. El magistrado no aprecia ningún comportamiento irregular en la actuación de Penalva y Subirán en el trato dispensado al trilero, si bien tampoco descarta que este testigo hubiera podido mentir, tal como refiere el informe de la Policía. Los investigadores indican que el día que declaró este testigo, a través de videoconferencia, los policías le estaban indicando a quién tenía que señalar, acusación que fiscal y juez del caso Cursach niegan de forma tajante.
Por esta razón, el juez rechazó este informe y ordenó que fuera enviado al juzgado de guardia, ante la posibilidad de que el trilero hubiera cometido un delito de falso testimonio.
La fiscalía considera, en cambio, que sí pudo haber manipulación del testigo y pide que se le cite como imputado en esta causa.