No todos los bares de Magaluf atienden a turista borrachos, sino más bien todo lo contrario. La mayor parte de los empresarios están apostando por un cambio del modelo de esta zona turística de Calvià y lo que pretenden es atraer un turismo de mayor calidad, es decir, el visitante familiar que dispone de una mayor capacidad económica.

Uno de los que ha apostado por este objetivo de atender al cliente familiar es el empresario Tomeu Gomila. Dirige los negocios que están situados en la plaza Illes Pitiüses, convertida ahora en Plaza Emporiyum, y durante los últimos años ha realizado una fuerte inversión económica para afrontar este cambio de modelo en Magaluf, dirigido hacia la calidad. De hecho, y a pesar de lo difícil que está siendo esta temporada por las consecuencias que ha arrastrado la pandemia, junto a sus socios ha invertido el dinero necesario para cumplir las normas sanitarias. Y es que a ningún empresario le apetece que sus clientes puedan contagiarse en su negocio.

Gomila cree que el objetivo está en ofrecer calidad al cliente. Explica que una de sus últimas inversiones ha sido crear un restaurante que representa un mercado gastronómico dedicado a varios tipos de cocina, al tiempo que ha adaptado sus terrazas para que los clientes después de cenar puedan tomar una copa con tranquilidad, sin ser molestados por turistas borrachos. El empresario sostiene que esta transformación para que Magaluf atraiga este turismo de calidad no se realiza en dos días. Al contrario, se precisa de un periodo de transición. "Tanto hoteleros, como empresarios, como Ayuntamiento de Calvià, afirma. Y no se puede superar esta transición si no se realizan fuertes inversiones económicas para transformar los negocios.

Gomila es consciente de que la imagen que relaciona a Magaluf con el turismo de excesos está muy arraigada, y que por ello se tiene que trabajar para que el turista perciba una sensación de cambio cuando visite esta zona. Afirma que estos cambios ya se pueden apreciar, porque esta zona no solo ofrece locales para que los turistas puedan emborracharse, sino que también dispone de otros servicios de máxima calidad. Tiene claro que los hoteleros juegan un papel fundamental en este cambio de modelo. "Si venden estancias a diez euros la noche, vendrá este tipo de turistas, pero si las habitaciones se comercializan a cien euros, las comprarán otro tipo de clientes con una mayor capacidad económica", afirma.

Como empresario de esta zona de Calvià le molesta que Magaluf esté tan criminalizada. Asegura que hay borrachos en otras zonas turísticas de Mallorca, pero que solo se resaltan las noticias que hacen referencia a incidentes en Magaluf.

Sobre el incidente que llevó al Govern a ordenar el cierre de los locales de Punta Ballena, Gomila afirma que fue un episodio que protagonizó un grupo reducido de personas, que actuó de forma irresponsable, pero que está actuación no puede ensuciar el enorme esfuerzo que están realizando los empresarios de la zona para adaptarse al nuevo modelo de calidad.

Además de apostar por la calidad frente al turismo de masas, el empresario también se ha propuesto captar otro tipo de clientes que no sea solo de nacionalidad británica. Está trabajando para conseguir tanto clientes nacionales como residentes en Mallorca, para demostrarles que Magaluf es una buena zona para entretenerse, sin la necesidad de presenciar este tipo de excesos.

"Los empresarios estamos dispuestos a realizar estos cambios para afrontar un modelo de mayor calidad, aunque ello represente tener menos ganancias", asegura el empresario, que reconoce que tiene cierto temor a que se adopten según qué tipo de medidas que puedan arruinar este proceso de cambio.

Gomila asegura que los locales de Magaluf están atendiendo a los turistas que les están enviando.