El Obispado de Mallorca aseguró ayer a través de un comunicado difundido por redes sociales que le había perdonado la mitad del alquiler de los meses del confinamiento a la familia Mateu, quien hasta hace unos días regentaba el establecimiento situado en la antigua ermita de Sant Salvador de Felanitx y que ha dejado por no poder hacer frente a los pagos que le reclama la diócesis.

Según el Obispado, la marcha de los Mateu, que dirigen el restaurante desde 1927, "ha sido una decisión tomada únicamente por esta familia". Una decisión que, según la diócesis, desde hace años ya estudiaban y "la crisis sanitaria y económica ha acelerado".

El Obispado, que firmó la misiva junto a la parroquia de Felanitx, manifestó que les "sabía mal" su partida y defendió que les "daban todas las facilidades" de pago para poder mantener el negocio.

No obstante, la familia Mateu declaró a este rotativo que el dinero que le pedía la diócesis por el alquiler del local durante el estado de alarma, sumado a los gastos corrientes que deben hacer frente cada mes, era "inasumible" para mantener sus puertas abiertas. Y es que los hasta ahora concesionarios pensaban que esas cuotas se les "perdonarían", pero no ha sido así.

Los Mateu confesaron estar "destrozados" al tener que hacer las maletas y dejar un establecimiento que han regentado durante casi un siglo y con tres generaciones al frente. "Ha sido nuestra vida", declaraba Guillem Mateu.