El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, advirtió ayer de que podrían ser necesarias nuevas restricciones relacionadas con la pandemia, si los turistas en el extranjero no se comportan con responsabilidad, tal y como ocurrió el fin de semana pasado en Mallorca.

"Justo acabamos de conseguir la reapertura de las fronteras en Europa. No debemos ponerla en juego con comportamientos temerarios. Si no, serán inevitables nuevas restricciones", alertó el ministro en una entrevista concedida a los diarios del grupo alemán Funke.

Maas calificó la conducta de los turistas alemanes en Mallorca que fueron fotografiados participando en una fiesta multitudinaria y sin medidas de seguridad como "no solo peligrosa, sino desconsiderada", recordando que las reglas están para proteger a la población local y, al regreso, a sus conciudadanos.

Además, el ministro redujo las expectativas de cara a un rápido levantamiento de las restricciones de viaje aun en vigor y que afectan a países con los que habitualmente Alemania tiene mucho tráfico de viajeros en verano, como Turquía.

"En muchos países se está produciendo ahora una segunda ola y ya solo por ese hecho no podemos permitirnos experimentos con las advertencias", sostuvo el ministro, destacando que la prioridad es la salud de los viajeros.

El ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, ya había alertado esta semana que las vacaciones en Europa pueden propiciar rebrotes de COVID-19 si se incumplen las normas básicas, recordando que la pandemia no ha concluido.

"Tenemos que tener mucho cuidado de que el Ballermann no se convierta en un segundo Ischgl", agregó, comparando el conocido local de El Arenal, en Mallorca, y la localidad austríaca en la que se produjeron contagios que a principios de año propagaron el virus por varios países europeos.