La Universitat de les Illes Balears (UIBacabó ayer con las filtraciones que estaba llevando a cabo un profesor a través de Twitter. El docente, que se encargaba de corregir la prueba de Selectividad, se dedicó a publicar en esta red social los errores de los alumnos con un tono de soberbia e incluso de burla. "Amb tanta perla podríem fer un collar!" o "La darrera joieta llegida avui" son algunos de los mensajes que publicó el usuario en la red social.

Joan Antoni Mesquida, presidente del tribunal PBAU, explicó que se envió un correo a todos los profesores advirtiéndoles de que esta práctica no se podía realizar: "Cuando la Universitat tuvo conocimiento de lo que estaba ocurriendo enviamos inmediatamente un mensaje a todos los correctores de exámenes, más de 200 personas entre profesores de la UIB.

Después de este aviso por parte de la Universitat, este profesor dejó de publicar las respuestas de los alumnos. Así lo confirmó el propio Mesquida: "De esta forma hemos conseguido atajar la situación en cuanto se ha tenido conocimiento y el problema no ha ido a más".

Asimismo, el presidente del tribunal PBAU lamentó lo ocurrido y confirmó que jamás se habían encontrado en esta situación: "Es la primera vez que ocurre algo así. Con la llegada de las redes sociales se están produciendo nuevas situaciones a las que intentamos dar respuesta de la forma más rápida posible".

Fuentes de la Universitat apoyaron las declaraciones de Mesquida y anunciaron que esto no afectará a la privacidad de los estudiantes, ya que en ningún momento se publicaron los datos personales de ninguno de ellos ni tampoco los exámenes. Además, detallaron que esto no repercutirá en la corrección y las notas de los estudiantes, que tendrán la posibilidad de acudir a revisión si no quedanconformes con las calificaciones. También podrán ir a ver el examen para conocer las apreciaciones del profesor y la forma en que ha corregido el mismo.

Ante esta situación, la Universitat se planteó abrir una investigación para conocer los detalles de lo ocurrido e intentar evitar que se vuelva a producir en futuras ocasiones. El profesor, del que se desconoce su identidad, podría ser excluido del grupo de docentes encargados de corregir las pruebas de acceso.