La naturaleza se impone en el lugar más insospechado. Y ayer lo hizo sobre el asfalto de una de las carreteras mallorquinas más transitadas por turistas en verano.

Técnicos del departamento de Carreteras del Consell de Mallorca desviaron el tráfico en la carretera de sa Calobra porque una cerda se había tumbado tranquilamente sobre el asfalto para amamantar a sus once lechones hambrientos.

A primera hora de la mañana, cuando sucedieron los hechos, la carretera tenía una densidad de tráfico muy baja, lo que facilitó el trabajo de los operarios de la institución insular. Todo lo contrario de lo que solía ocurrir en veranos anteriores, cuando en estas fechas era habitual que la carretera que llega hasta las inmediaciones del Torrent de Pareis fuera utilizada por numerosos autobuses turísticos y por automóviles de alquiler.

Iván Sevillano, conseller de Movilidad de la institución insular, compartió esta curiosa historia en redes sociales, asegurando que “en ocasiones, en nuestras carreteras, nos encontramos maravillas como esta”.

Sevillano comentó que se protegió a la cerda, de la especie autóctona porc negre, y a sus lechones mientras “terminaban el desayuno”, desviando el tráfico de la carretera. Señaló, además, que la vía no se llegó a cortar en ningún momento, sino que se señalizó la presencia de del animal y sus cachorros y, de esta forma, se permitió que los vehículos que transitaban pudieran continuar con el viaje sin interrupciones.

Cuando la cerda terminó de amamantar a sus pequeños, una media hora más tarde de ser localizada tumbada en la vía, los doce cerdos fueron devueltos a su casa, una finca rústica cercana a la zona que había dejado abiertas sus puertas por error, lo que facilitó la excursión de los animales por la carretera que une sa Calobra con Lluc, famosa por su serpenteante trazado.