Ocho de la mañana, Palacio de Congresos. Los alumnos empezaron a llegar para enfrentarse a un desafío que puede marcar su futuro: la Selectividad. El ambiente que se respiraba era totalmente distinto al de años anteriores. Aquellas aglomeraciones de jóvenes inquietos repasando el temario se dejaron de lado para dar paso a un nuevo escenario donde los estudiantes llegaban de forma más escalonada y gradual. Es lo que tiene hacer las pruebas de acceso a la Universidad después de vivir una pandemia mundialpandemia mundial.

El protocolo sanitario frente a la Covid-19 protocolo sanitario frente a la Covid-19 marcó el primer día de la jornada. Una de las medidas más relevantes fue la de dividir en dos turnos la entrada de los estudiantes en las aulas para evitar las aglomeraciones. Los que han nacido en un mes par accedieron a una hora determinada y los de un mes impar, a otra. Una situación excepcional a la que los alumnos deberán habituarse estos días.

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Mascarillas, gel y muchos nervios en el arranque de la selectividad del coronavirus en Mallorca

Así lo explicaba Celia Jiménez, estudiante del instituto Antoni Maura: "Ha sido un poco extraño pero todo es acostumbrarse. Tendremos que aprender a vivir con esto hasta que se pueda solucionar".

El uso obligatorio de la mascarilla fue otra de las medidas fundamentales. Además, las mesas y sillas se situaron con la distancia de seguridad pertinente y los jóvenes se lavaron las manos con gel hidroalcohólico a la entrada y salida de los centros. Cualquier prevención es poca frente a una enfermedad que ha provocado un confinamiento de tres meses:

"Es extraño pero lo veo normal por todo lo que ha ocurrido con el coronavirus". Así lo interpretaba Lucas Palmer, del Instituto Ramon Llull.

Pero sin lugar a dudas, una de las novedades que más sorprendió a los alumnos fue algunas de las sedes seleccionadas para realizar las pruebas. Jugarte la entrada a la Universidad frente a un Airbus es cuanto menos curioso. Aina Tugores, del Instituto La Ribera, aseguraba que era un escena muy extraña: "Hacer el examen en un aeropuerto es algo muy impactante. Hemos visto la distribución de las mesas en el interior y te llamaba mucho la atención. Nos hemos preguntado, ¿esto son aulas?".

La antigua terminal del aeropuerto, el Palacio de Congresos, el Vélodromo y algunos polideportivos en localidades como Peguera o Palacio de CongresosPegueraManacor fueron los espacios habilitados para repartir el número de estudiantes entre los centros. Una distribución con la que no quedaron del todo conformes algunos adolescentes como Lluís Moreno, del Instituto Damià Huguet, situado en Campos: "Nos podrían haber enviado a algún centro más cercano, como por ejemplo a Manacor". Lluís tuvo que desplazarse hasta la antigua terminal del aeropuerto.

Filosofía y Física para empezar

Filosofía y Física fueron las dos primeras pruebas de Selectividad en las islas. "Sólo sé que no sé nada", una de las grandes citas de Sócrates que por suerte no se plasmó en el examen de la estudiante Celia Jiménez. "La prueba ha ido muy bien, salgo tranquila y satisfecha. La verdad es que me esperaba lo que iba a salir", relató de forma risueña.

Más dificultades tuvieron los alumnos que se presentaron a Física, una de las asignaturas complicadas. Diego Sánchez, estudiante del Colegio Madre Alberta, se sorprendió con algún ejercicio que no esperaba. "Ha habido alguna pregunta que ha sido una sorpresa. Por ejemplo una fórmula de la conservación del momento angular que no hemos trabajado demasiado", indicó.

Si se analizan los obstáculos que han atravesado los jóvenes en la Selectividad de este año, uno se da cuenta del esfuerzo que ha realizado el ámbito educativo para no perder el ritmo de estudio. De la noche a la mañana, alumnos y profesores han tenido que adaptar el temario y las clases para terminar el curso de la mejor forma posible. "Ha sido muy díficil porque en algunas asignaturas necesitas tener a alguien delante de ti explicándotelo", sostuvo Marta Llobet, del Instituto Ramon Llull.

Por otro lado, Diego Sánchez también esclarecía alguna de las claves del problema: "Ha sido como un frenazo. Llevabas un ritmo de estudio y al cortar la rutina nos ha marcado mucho. Hemos levantado el pie del acelerador".

Afortunadamente, el profesorado ha puesto al servicio del alumno herramientas como las guías y tutorías a través de videoconferencia con las que suplir las clases presenciales. Según explicaron los alumnos, los docentes han estado muy pendientes de la preparación de sus pupilos de cara a las pruebas de acceso a la Universidad. "La verdad es que los profesores han estado muy atentos, incluso alguno nos ha llamado por teléfono para preguntarnos cómo nos iba", declaró Lucas Palmer. Aunque, en este caso, también se han producido algunas excepciones: "Algunos profesores lo han hecho muy bien pero otros no tanto. Podrían haber ayudado un poco más", aseguró.

La Selectividad de 2020 se recordará como una de las más descafeinadas y extrañas para los alumnos. Atrás quedaron los abrazos efusivos con los compañeros a la salida del examen o los intensos repasos entre prueba y prueba. "La experiencia es totalmente distinta a la de otros años, pero hemos tenido que aceptar esta realidad. Ha sido la primera vez y espero que sea la última con estas medidas", concluyó Lluís Moreno.