El sindicato USO denunció ayer que los vigilantes de seguridad del aeropuerto de Palma trabajan a temperaturas que alcanzan los 30 grados, algo que pone en riesgo su salud.

Según el sindicato, el organismo gestor Aena vulnera la normativa al someter a los trabajadores a "temperaturas prohibidas en edificios públicos" y obvia los requerimientos al respecto por parte de la Inspección de Trabajo y marcado por la legislación, realizados a petición del comité de empresa de esta compañía de seguridad en Son Sant Joan.

El sindicato aseguró ayer en un comunicado que los vigilantes de seguridad de Son Sant Joan deben realizar sus funciones con temperaturas cercanas a los 30 grados e incluso más altas cuando las instalaciones se saturan.

USO alertó del riesgo que conlleva, cuando además los vigilantes de seguridad deben trabajar con guantes y mascarillas por la crisis sanitaria derivada del coronavirus, lo que agrava aún más su situación, "pudiendo llegar a afectar la salud de los mismos".

Una incidencia puntual

Por su parte, desde Aena informaron ayer que se ha producido una "incidencia puntual" en la climatización de la zona de filtros norte de Son Sant Joan. La entidad que gestiona el aeropuerto aseguró que se trata de un problema puntual en el que ya "están trabajando opoerarios para que se solucione lo más breve posible".