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Crisis

Pillarse los dedos por ser un buen empresario

Las patronales lamentan el grave problema que tienen las compañías que acababan de invertir

Pillarse los dedos por ser un buen empresario

Invertir para modernizar la empresa es sinónimo de apuesta por la calidad. Pero precisamente aquellos que lo hicieron recurriendo al crédito poco antes de que se decretara el estado de alarma a causa de la Covid-19 son los que ahora atraviesan el peor momento, según se lamenta desde las patronales. Los que querían mejorar se encuentran ahora con que se han "pillado los dedos" al haber asumido una deuda que les va a costar afrontar por la fuerte caída en sus ingresos.

Este problema aparece en sectores como el del alquiler de embarcaciones, el rent a car y el taxi, y explica por qué son muchos los que finalmente han desistido de sus planes para la renovación o ampliación de su flota de yates o de vehículos, algo que se refleja en la bajada de las ventas que se ha dado en los concesionarios de automóviles, por ejemplo.

El presidente de la asociación balear de rent a car Aevab, Ramón Reus, pone de relieve que todo el que ha podido en su sector ha anulado la compra de coches que tenía prevista. Pero en este aspecto señala tanto la intención de algunas empresas de no asumir el citado endeudamiento, como el hecho de que el negocio que algunas grandes firmas del sector hacían con la posterior exportación de automóviles de segunda mano este año se ha ido al traste. En este último caso, la fuerte caída en la demanda de coches usados que se da en el resto de Europa explica este frenazo. Eso se refleja en el hecho de que la flota de rent a car que circula por el archipiélago en estos momentos se cifra en un máximo de 60.000 vehículos, frente a los 100.000 del pasado año.

El lastre de la deuda

Lo mismo puede aplicarse al sector del chárter náutico, según apunta el presidente de su asociación empresarial, José María Jiménez, que admite una congelación en la adquisición de nuevas embarcaciones, sin ocultar el serio problema de los que lo hicieron antes de que se declarara el estado de alarma a mediados del pasado mes de marzo.

En relación a este tema, se apunta algún caso en el sector en el que se han llegado a asumir préstamos por valor de seis millones de euros que ahora suponen un lastre ante la caída de ingresos que se ha producido.

El presidente de Taxis-Pimem, Gabriel Moragues, indica también una paralización en la renovación de vehículos, dando marcha atrás a las adquisiciones que se habían comprometido aunque eso suponga perder la señal que se había abonado.

El problema es tan grave que hay propietarios de licencia de taxi que en estos momentos no pueden seguir dando trabajo a los conductores (uno o dos por coche) que tenían contratados.

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