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Movilidad

La competencia desleal en el transporte turístico cae en picado por la bajísima actividad

El taxi, los 'rent a car' o los chárter naúticos' se libran de los piratas en este verano atípico - La alegría se trunca por el desplome del negocio, algunos sectores solo funcionan al 10%

Imagen de archivo del conflicto con los taxis 'pirata' en Son Sant Joan. B. Ramon

"Si no hay sangre, no hay sanguijuelas", afirma un empresario perteneciente a uno de los sectores más duramente golpeados cada temporada turística por el intrusismo y la competencia desleal. Los presidentes de las patronales relacionadas con estas actividades, como el chárter náutico, el alquiler de automóviles o el taxi, confirman esa apreciación. La actividad de los denominados 'piratas' casi ha desaparecido este año, aunque el motivo dista mucho de ser satisfactorio, ya que se encuentra en el parón económico sin precedentes que se ha dado en Mallorca a causa del coronavirus.

José María Jiménez, del sector del alquiler de embarcaciones; Ramón Reus, del rent a car; y Gabriel Moragues, del taxi, destacan que el primer semestre de este año se ha saltado con un nivel de intrusismo ínfimo, derivado de la nula rentabilidad que los 'piratas' pueden obtener en estos momentos en la isla, sumado al riesgo en algunos casos de ser detectados y sancionados. Aunque el tercero de ellos hace una advertencia: el 1 de julio, coincidiendo con el aumento de los vuelos que aterrizan en Son Sant Joan, comenzó a detectarse la presencia de algunas empresas de transporte discrecional que se dedican a la captación ilegal de clientela en el aeropuerto, pese a reconocer que su número todavía no tiene nada que ver con el que se registraba ahora hace un año por esas mismas fechas.

Lo que está sucediendo en Mallorca es que en plena entrada en julio, punta ya de la temporada turística, la actividad sigue desplomada en unos niveles que no tienen precedentes, por la simple razón de que ni los más veteranos recuerdan una cifra de visitantes tan baja en pleno verano. Lo que además provoca que esta mínima facturación se esté sustentando en muchos casos en la clientela local.

El presidente de la asociación de empresas de chárter náutico afirma que en este momento la actividad en su sector supone solo el 5% de la que se registraba con la entrada del verano, con un alquiler de embarcaciones que es protagonizado en buena medida por los residentes en la isla (especialmente por parte de profesionales como médicos, abogados o arquitectos, por poner algunos ejemplos) y con un porcentaje muy bajo de extranjeros, principalmente alemanes.

Estas empresas se enfrentan a un problema adicional. Cuando se reserva un barco lo habitual es abonar una entrada (suele ser de un 10%), para pagar la totalidad de la tarifa un mes antes de embarcarse. Pues bien, lo que está sucediendo es que los clientes se están negando a satisfacer ese importe con ese mes de antelación, comunicando que lo harán en el momento de disponer del barco. Y son muchos los que no se presentan sin haber cancelado previamente el servicio, lo que deja al empresario sin haber podido comercializar su yate para esas fechas y sin haber cobrado nada más que la citada entrada.

El impacto que esta caída de la actividad está teniendo sobre este sector lleva a José María Jiménez a vaticinar que alrededor de un 30% de sus empresas de Mallorca pueden estar condenadas a desaparecer con la llegada del invierno.

La mitad de la flota de rent a car

En el caso de las empresas de alquiler de automóviles, dos son las pruebas del derrumbe que se está registrando en su actividad, según subraya Ramón Reus. La primera es que las ofertas que a través de internet hacían algunas firmas del sector, con posteriores prácticas irregulares para poder incrementar la cantidad que finalmente se cobraba al turista, han desaparecido, dejando este año el problema de la competencia desleal en unos niveles casi inexistentes.

La segunda prueba es que si la patronal que preside Reus (Aevab) estimaba que por las carreteras de Balears circularon durante el pasado verano unos 100.000 coches de alquiler, el volumen que se mueve en estos momentos puede oscilar entre los 55.000 y los 60.000.

Hay que tener en cuenta que la actividad en este sector ha sido hasta ahora prácticamente nula por la ausencia de turistas, y para la segunda quincena de este mes, agosto y septiembre se espera que la demanda alcance, en el mejor de los casos, el 40% de lo que venía siendo habitual en veranos anteriores, con el riesgo de posteriores cierres que ello conlleva.

Un aspecto señalado por el presidente de Aevab es que este año abrirán sus puertas un número limitado de las oficinas de rent a car existentes en Mallorca, al ceñirse a aquellas que se encuentren en las zonas en las que haya hoteles que retomen su actividad.

En este contexto, las ofertas engañosas que se producían otros años (como anunciar unas tarifa de tres euros por día pero luego encontrarse el cliente con altas facturas justificadas por el precio del seguro o presuntos daños en el vehículo) han desaparecido, y todas las empresas están aplicando precios iniciales más altos, lo que supone que la comercialización en esta rama de actividad está siendo más racional en este aspecto.

La mitad de los taxis

El presidente de la asociación de Taxis-Pimem se suma a las voces que apuntan la práctica desaparición de la piratería en su sector, que en años anteriores se concentraba en el aeropuerto de Palma con la captación ilegal de pasajeros, principalmente por parte de empresas de microbuses. Sin embargo, matiza que desde el día 1 de julio se ha comenzado a detectar el retorno de unas pocas de ellas a Son Sant Joan. Por ello, reivindica que la conselleria de Movilidad mantenga la campaña de controles en esa zona durante este verano, incluso intensificando la presencia de inspectores aprovechando la baja actividad en otras ramas del transporte.

En cualquier caso, coincide en que la desaparición de los 'piratas' se explica por la falta de clientes. El presidente de Taxis-Pimem estima que la caída de éstos durante el segundo trimestre de este año ha sido del 90%, lo que ha llevado a que solo el 20% de la flota del taxi de Palma para buscar un mejor reparto del trabajo.

A partir de ahora, los taxis de Palma solo podrán circular durante 12 horas diarias, lo que deja operativa solo al 50% de la flota en cada momento. Esta tasa se reduce a un 45% si se tienen en cuenta los descansos semanales. Pese a ello, se apunta que el volumen de trabajo para cada taxi, durante su turno, va a ser inferior al de 2019.

La conclusión a la que se llega desde las tres patronales es simple: esa baja actividad va a conllevar, entre otras cosas, una fuerte destrucción de empleo, un impacto que, para ser reducido, hace necesario que los ERTE se puedan prorrogar hasta final de año, según se insiste. Porque el objetivo de estas empresas va a ser intentar aguantar hasta la Semana Santa de 2021, aunque se da como seguro que no todas lo conseguirán.

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