El chiringuito del Oratorio de Portals registró el sábado una afluencia de unas 70 personas y solo tenía capacidad, según las normas de seguridad para el coronavirus, de 60. La Policía Local de Calvià levantó acta de la situación y, según estos datos podría exponerse a una multa que va de 3.001 euros a 30.000 euros. En el caso de que superara el 20% de su aforo, aspecto que todavía no ha sido calculado, la sanción podría llegar a los 300.000 euros.

La propietaria del establecimiento, Soledad Cuello, aseguró ayer a este periódico que no cree que lo ocurrido el sábado sea motivo de multa: "Es verdad que en algún momento se acumuló un poco más de gente por las motos acuáticas, pero la Policía nos dijo cómo teníamos que actuar, levantó una acta y ya está". Cuello añadió que están haciendo un gran esfuerzo para poder sacar adelante el negocio sin perder puestos de trabajo y no consideraría "justo" que la multasen por un momento de desbordamiento del aforo.

No obstante, las imágenes y el vídeo difundido apuntan a que se llegó a acumular una importante cantidad de gente. Ahora habrá que esperar al informe de la Policía Local de Calvià para conocer el exceso de aforo exacto.

Operativo contra el botellón

Por otra parte, el dispositivo especial de control de la Policía Local de Palmadurante el fin de semana, en los parques y polígonos de la ciudad para evitar aglomeraciones y contagios de Covid-19, se saldó con 235 multas por botellón y 63 por incumplir las medidas de seguridad sanitarias. Se levantaron 182 actas por practicar botellón y 11 por incumplir las medidas sanitarias por no llevar mascarilla, en la segunda noche de controles.

En la segunda fase de este dispositivo policial no se registraron incidentes y la policía identificó a 218 personas, controló a 68 vehículos. Can Pastilla, ses Estacions o el Polígono de son Rossinyol fueron las zonas donde actuaron los agentes.